El Periódico de Aragón

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La saga de todas las sagas

La familia Langarita Hernández cuenta con una campeona de Europa U20, Claudia, un subcampeón del mundo U17, Lucas, una madre olímpica, Patricia, y tíos y primas jugadores de baloncesto

Lucas Langarita, Berni y Patricia Hernández, Claudia Langarita, Aminata Mamadou y la pequeña Daniela. ANDRÉS CRUZ / LA PROVINCIA

Los Gasol, los Hernangómez, los Fernández, Rudy y Marta, o antes los Jofresa, los Llorente y tantos otros. Aragón ha tenido sus propias sagas, desde los históricos Arcega pasando por los Angulo hasta los Alocén, padre e hijo. Ahora irrumpe una que abarca varias generaciones y ramas familiares, la de los Langarita Herández. Lucas es subcampeón del Mundo U17, Claudia campeona de Europa U20, la madre, Patricia, fue diploma olímpico en Barcelona, el tío Berni un clásico de la ACB, el tío Cristian, futbolista, la prima Aminata Mamadou Hernández ya despunta en categorías inferiores...

La colección de medallas es larga. «De Claudia tenemos dos, una de oro y otra de bronce. Lucas no pudo jugar el Europeo por la pandemia y en su primer Mundial consigue una plata. Yo tengo alguna también, en los Juegos fuimos diploma pero tengo alguna de los Juegos Mediterráneos, un oro, y una plata en una Universiada. Las que más valen son las de mis hijos, las mías están un poco obsoletas», dice Patricia Hernández, que vino a jugar a Zaragoza y ya lleva 22 años en Aragón.

Entre los hermanos no hay piques sino orgullo, igual que en toda la familia. «Estoy súper orgullosa de ellos y feliz. Al final les veo en el día a día, a Claudia menos pero sé cómo es su vida en EEUU. Son sacrificios que no todo el mundo entiende. Yo que he sido deportista sí los entiendo y los valoro muchísimo y me siento muy orgullosa», indica Patricia Hernández.

Lucas y Claudia Langarita, junto a su prima Aminata Mamadou Hernández, que ya destaca en las categorías inferiores de la selección. ANDRÉS CRUZ / LA PROVINCIA

En una semana la familia Langarita Hernández sumó dos medallas. «Pude estar en Málaga en el Mundial de Lucas y fue increíble. Perder contra Lituania nos dejó un poco así pero les sirvió para ir cada día de menos a más y para mí, como madre que estaba allí, fue espectacular. Se disfruta muchísimo cuando estás en la pista pero como madre y si todo va tan rodado y con el juego tan bonito que realizaron, fue maravilloso», rememora.

La experiencia

Lucas Langarita fue una de las grandes sorpresas de la selección y del torneo y sus brillantes actuaciones le valieron para esta en el quinteto ideal. «No me esperaba estar tan bien individualmente. En los preparatorios sí me salían buenos partidos pero no tan buenos como en el torneo», dice el protagonista. «Lucas llegó a este campeonato en muy buena forma y lo vi brutal, vi que había dado un paso adelante a nivel mental y físico. La verdad es que a todos nos sorprendió que estuviera en el cinco ideal del Mundial pero al final si miras los números estaba en todo, en puntuación, rebotes, asistencias, defensivamente. Lucas es muy polifacético, puede hacer de todo», resume la madre.

Patricia Hernández tenía planeado viajar a Hungría para estar con Claudia pero ese lunes falleció su padre. «La idea era marcharme después del campeonato de Lucas pero la triste noticia nos cogió a todos por sorpresa. Para Claudia tenía que ser su decisión, al final decidió quedarse allí por su abuelo y dedicárselo. Lo disfrutamos mucho en la distancia, ser campeonas de Europa no es fácil y estamos súper felices y contentos por ella, ha disfrutado mucho», explica.

Claudia siempre ha destacado por su altura. «Juega otro rol diferente, ella es una jugadora alta, interior, que le toca pelearse con la más grande. Defensivamente estuvo bien, en ataque tuvo partidos mejores y otros no tan acertados pero estuvo ahí, fue una jugadora importante a nivel de equipo que al final es de lo que se trata», indica la madre.

Patricia Hernández inició a sus hijos en el baloncesto porque no podían practicarlo donde vivían, en María de Huerva. Aunque probaron otros deportes, ambos siguieron la tradición familiar, pues el padre también jugó a nivel autonómico. Después se fueron a Oviedo y Tarragona por motivos laborales y, al volver, llegaron al Stadium Casablanca. Actualmente Patricia es la coordinadora del CB Cuarte, Claudia está en la Universidad de Berkeley, en California, y Lucas en el Casademont Zaragoza.

Los genes son extraordinarios, pero Patricia Hernández cuenta con algo mucho más importante: su propia experiencia. Se marchó de casa con 17 años para formar parte del equipo que acabaría compitiendo en Barcelona 92. Con 21 años fue quinta clasificada con el primer equipo femenino español en unos Juegos.

«Les digo que hay que soñar. Si realmente sabes lo que quieres o hasta donde te gustaría llegar, que sueñen y peleen por ello. Que lo consiguen, genial, si no pues a seguir peleando. Que si no es una olimpiada puede ser un Europeo o un Mundial», dice Patricia. La madre les da algún consejo de baloncesto, sin interferir en el trabajo de sus entrenadores, pero, sobre, todo, consejos de vida y una educación en valores. «Que aprovechen esto, que lo disfruten porque son unos privilegiados. Que lo valoren y siempre sean agradecidos», les insiste.

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