El enfrentamiento entre los hermanos Ponitka ha saltado definitivamente a la luz pública. Después de que Marcel Ponitka, nuevo jugador del Casademont Zaragoza, acusara a su hermano de estar detrás de la decisión de dejarle fuera de la selección polaca, Mateusz ha respondido duramente en otra entrevista, en esta ocasión con el Przeglad Sportowy Onet. "Una cosa es segura: después de la entrevista que apareció en TVP, ya no hay forma de jugar con él en el mismo equipo. Además, creo que la plantilla necesita gente con carácter, no gente que llora en los medios y se compadece de sí misma", señala Mateusz.

El capitán de la selección polaca niega cualquier influencia en la decisión del técnico. "Me gustaría ver pruebas de que he dicho algo así o de que le he dado un ultimátum a alguien. Le informé al entrenador de que no hablaba de las citas y que podíamos hablar de táctica. Depende de él a quién designe y será responsable de ello. Los resultados muestran que mi hermano no pudo ayudar al equipo en los partidos contra equipos más débiles que nosotros, y por eso estamos a punto de pelear en la preclasificación del Campeonato de Europa", señala.

Mateusz Ponitka ha decidido airear también el conflicto que vive su familia desde hace diez años y que le mantiene enfrentado tanto con sus padres como con sus hermanos y abuelos. "Guardé silencio al respecto durante demasiado tiempo y nunca hablé de Marcel. La gente ama a los mártires y los desfavorecidos en gran medida, y nadie sabe la verdad que debe decirse ahora", asegura antes de explicar que sus progenitores le hicieron elegir entre la familia y su pareja y él apostó por continuar con la que hoy es su esposa.

"Recibí un ultimátum de mis padres: o ellos o mi esposa. Elegí el amor y una persona que me cuida todos los días durante los últimos 10 años. Entonces comenzó su venganza contra todos los que nos rodeaban. Hay dos bandos en la familia: en uno hay personas en mi contra y en el otro son neutrales, por lo que resulta que están en contra de mis padres. Los padres, al manipular e intimidar a las personas mayores, mis abuelos, les exigieron que me condenaran a mí y a mis decisiones", explica Mateusz Ponitka.

Eso le llevó al enfrentamiento con Marcel. "Marcel y sus padres constantemente se hacen víctimas el uno del otro. Y no dejaré que nadie ofenda a mi familia. Elegí mi propio camino en la vida a la edad de 19 años. Desde entonces, mi esposa y yo fuimos insultados constantemente por mis padres y luego Marcel se unió a ellos. Hablé con él y le advertí de que nuestra familia haría cualquier cosa para aislarme porque no me caían bien".

El mayor de los hermanos Ponitka saca a la luz también situaciones del pasado. "Desafortunadamente, Marcel eligió un camino diferente y, sin embargo, cada vez que necesitaba mi ayuda, incluso financieramente, nunca se la rechacé. A cambio, me insultó y restó importancia a mis habilidades en el baloncesto. Pregúntale a Marcel sobre la conversación con nuestro entrenador en Zielona Gora, Saso Filipovski, y él llorando. O que hable de desacreditarme ante otros jugadores como Lukasz Koszarek".

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La relación familiar es más que complicada. "No tengo ninguna relación con mi otro hermano porque mis padres han estado dificultando el contacto con él durante muchos años. Además, no solo yo, sino también mi abuelo y mis tías, que no están de su lado. He intentado conocer a Kacper muchas veces. Le sugerí que viniera conmigo por unos días, pero mis padres lo bloquearon cada vez. De todos modos, una vez le pasó lo mismo a mi abuelo", añade.

Mateusz no ve solución a esta situación. "En este punto no hay manera de terminar el conflicto. No me imagino jugando con él en el mismo equipo. Si el entrenador decide que Marcel será más útil para el equipo, con mucho gusto le daré mi lugar en la selección", apunta el jugador polaco.