La 2ª jornada de la Liga femenina Endesa

El Casademont mete el susto en el cuerpo al todopoderoso Valencia (63-58)

El equipo aragonés cae con la cabeza alta ante uno de los grandes de la competición

Tate trata de impedir el avance de Queralt Casas.

Tate trata de impedir el avance de Queralt Casas. / CASADEMONT ZARAGOZA

Derroche de gallardía de un Casademont Zaragoza honesto y valiente que estuvo cerca de dar un disgusto a uno de los mejores equipos de la competición. El conjunto aragonés aguantó el tipo hasta el final para sucumbir ante la mayor calidad de un Valencia al que metió el susto en el cuerpo al comienzo y al final de la contienda y que juega a lo que sabe y sabe a lo que juega. Y que divierte porque se divierte. O viceversa, Tanto monta.

La salida de las aragonesas ejerció de clara declaración de intenciones. Liderado por una estelar Vega Gimeno, certera desde el triple y autora de ocho puntos en el primer cuarto, el Casademont sorprendió al Valencia con el 0-5 inicial y un posterior 9-12 que solo se topó con la inspiración de Gulich, que sostuvo a su equipo hasta que la entrada de la segunda unidad y el acierto exterior de Romero dieron la vuelta al luminoso hasta el 16-13 al término de un primer cuarto envuelto en decoro.

El Valencia estaba avisado. Así lo demostró su entrada al partido en el segundo cuarto. Decidido a poner tierra de por medio cuanto antes y muy intenso atrás, adquiría su mayor renta (28-13) cuando apenas se habían recorrido los tres primeros minutos, cuando Hempe rompió la sequía.

Pero las continuas pérdidas eran un lastre demasiado pesado y Gulich imponía su ley en defensa. El partido se escapaba pronto. Tate, la referencia ofensiva de las de Cantero, no daba señales de vida y un triple sobre la bocina de Lamana situaba un elocuente 40-25 al descanso.

No cambiaron mucho las cosas en el tercer parcial ya sin la lesionada Mariona Ortiz, pero fue en el cuarto cuando el Casademont derrochó fe para ir reduciendo la diferencia hasta llegar a los cinco puntos. Hempe, espectacular durante todo el choque, lideraba las ofensivas de un Casademont que cayó con la sensación de haber dado un paso de gigante en el camino hacia otra dimensión.

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