CASADEMONT ZARAGOZA

Solo con Fisac no basta

El segoviano ha cambiado la cara del equipo, que ahora compite y tiene opciones de ganar. Las grandes lagunas de la plantilla siguen estando en el ‘uno’ y en el ‘cuatro’

Porfirio Fisac gesticula durante el partido del sábado en Badalona.

Porfirio Fisac gesticula durante el partido del sábado en Badalona. / DAVID GRAU

Zaragoza

De perder desde el principio y por diferencias abultadas a tener opciones de ganar ante cualquier rival. Esta es la sustancial mejoría que ha aportado Porfirio Fisac al Casademont Zaragoza en apenas diez días de trabajo desde el banquillo. Un cambio significativo que ha dado otro aire al equipo, que ha mejorado la cara y el color de un Casademont que se hundía irremediablemente con Martin Schiller pero que todavía no es suficiente porque el conjunto aragonés continúa sin ganar y ya son seis derrotas consecutivas. Unos resultados que evidencian las lagunas de una plantilla mal construida que hay que arreglar cuanto antes.

En las cuatro primeras jornadas el Casademont Zaragoza estuvo muy lejos de ganar ninguno de sus partidos, ni frente al Obradoiro, pese a perder solo por tres puntos, ni ante Murcia, Gran Canaria ni Baskonia. Fisac tomó las riendas del equipo un jueves y ese mismo sábado el equipo estuvo a punto de superar al Fuenlabrada. Es más, el Casademont pudo e, incluso, debió ganar ese partido, pero no supo jugar el tramo final y sus propios nervios, miedos y dudas le acabaron condenando.

En Badalona ya se vio otra cosa mucho mejor. Con los mismos jugadores que con Schiller parecían incapaces de ganar a nadie, sin encontrar todavía en el mercado esos refuerzos necesarios, el Casademont manejó el ritmo del partido, llevó al Joventut a su terreno, le hizo mucho daño con una defensa mixta en la segunda parte y llegó en disposición de llevarse su primera victoria... pero tampoco la consiguió en otro final mal gestionado que le llevó a una prórroga en la que perdió a sus mejores jugadores, Sant-Roos por lesión y Mekowulu por faltas.

Aday Mara frente a Ante Tomic durante el partido en Badalona.

Aday Mara frente a Ante Tomic durante el partido en Badalona. / DAVID GRAU

Unos resultados que vuelven a dejar en evidencia la confección de una plantilla con demasiadas lagunas que ahora el club está intentando corregir, sin éxito por el momento. Los principales agujeros están en el uno y en el cuatro, donde el regreso de Ferrari, descartado de inicio en la planificación veraniega, no ha encajado ni con el estilo ni con el resto de la configuración del equipo, y la apuesta por Simanic ha resultado un completo fiasco. Esas son las piezas más débiles en estos momentos, donde llegarán los cambios si el club es capaz de encontrar las soluciones en el mercado.

Los refuerzos

Schiller renegó muy pronto, demasiado, de sus bases, dándole el mando a Howard Sant-Roos. Fisac también ve al cubano como su mejor jugador y le da todos los minutos posibles, pero en su posición más natural (aunque en Badalona hizo el uno en el último minuto del tiempo reglamentario). El segoviano ha dado más galones a Ponitka, un jugador aprovechable, y utiliza a Ferrari en las segundas partes aunque es público que no le gusta, al tiempo que ha recuperado a un Javi García desahuciado por Schiller. Ahí busca el club un refuerzo desde hace días, pero primero Kenny Chery y ahora Jordan Theodore han preferido otras ofertas.

Por dentro las soluciones en la plantilla son más complicadas porque no hay más alternativas y Fisac no experimenta con Yusta al cuatro como Schiller. La inclusión de Mara en la rotación tampoco tapa el agujero de Simanic y la entidad también está buscando un cuatro en el mercado. Deberá intensificar esa búsqueda porque el equipo necesita algo más para dar el siguiente paso y empezar a ganar partidos.

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