Casademont Zaragoza

El peor inicio de la historia

El Casademont acumula 3 triunfos y 11 derrotas en la ACB H Las únicas temporadas que se le acercan son la 17-18 y la 20-21, en las que el equipo hizo 4 victorias y 10 derrotas

Porfirio Fisac observa el partido contra el Breogán con gesto serio.

Porfirio Fisac observa el partido contra el Breogán con gesto serio. / JAIME GALINDO

Zaragoza

Que la temporada del Casademont Zaragoza está siendo horrible es simplemente la constatación de un hecho. Tres triunfos y once derrotas sitúan al equipo de Porfirio Fisac en la posición 15 y con un futuro para nada prometedor. La última y dolorosa derrota ante el Breogán (88-90) en el Príncipe Felipe fue un jarro de agua fría para el club zaragozano, que veía este choque como accesible y lo afrontaba con la ilusión de vencer en casa para así sacar la cabeza de los puestos de abajo.

Y es que este arranque de temporada está siendo el peor de la historia del club desde que se asentó en la ACB en la 10-11 de manera definitiva. De hecho, en ese primer año, con 14 jornadas disputadas, el Casademont acumuló hasta dos victorias más, registrando 5 victorias y 9 derrotas, que le permitían mantenerse en la posición 14, una más arriba que en este ejercicio. Los peores arranques, quitando el actual, fueron en las temporadas 17-18 y 20-21, cuando obtuvo en ambos años apenas cuatro victorias y hasta diez derrotas. Una mala dinámica, pero que hoy significaría llevar un choque ganado más. 

De todas formas, el equipo logró sacar la cabeza de la zona de abajo y luchar contra viento y marea para, en el caso de la 17-18, acabar 16º, justo un puesto por encima del descenso. En la 20-21, el club remontó el vuelo y transformó esas 4 victorias y 10 derrotas en 13 victorias y 19 derrotas, haciendo una magnífica segunda vuelta, que sirvió para salvar otro obstáculo en forma de descenso.

Por otro lado, el club disfrutó de muy buenos comienzos de año en la temporada 12-13 logrando un sexto puesto tras ganar 8 encuentros y perder 6 y acabando al final de la temporada en la quinta posición con 21 victorias y 11 derrotas. También y especialmente en la 19-20 con hasta 11 impecables victorias y solamente 3 derrotas, que dejaban al club zaragozano en la tercera posición, firmando el mejor arranque de la historia del club en la ACB en una temporada en la que el Casademont acabó tercero en Liga regular.

El efecto Porfi se disuelve

Tras la destitución de Martin Schiller y la llegada de Porfirio Fisac, allá por la jornada 5 ante el Carplus Fuenlabrada, parecía que el club iba a recibir un soplo de aire fresco, pero apenas duró las dos victorias seguidas ante el Real Madrid (94-89) en la jornada 7 y en la 8 ante el Betis (67-83). Tras estos triunfos, el equipo solamente logró vencer al Coviran Granada por 73-57 en la jornada 11. Desde entonces, el club rojillo no ha vuelto a conocer la victoria y suma una nueva racha de derrotas (3), a las que los de Porfi tendrán que darle la vuelta para luchar por la permanencia.

Y es que los fichajes y el intento de cambiar la dinámica no ha funcionado en el Casademont, que se sintió impotente en el choque de este miércoles contra Breogán. Con Jovic ausente por problemas en la espalda, Fisac cambió el quinteto y alternaron las rotaciones en las que volvió a entrar Javi García. Mekowulu tuvo que seguir tapando el hueco de Radoncic, que sigue lesionado, con un Simanic que sigue sin espabilarse y Aday Mara dio respiro a Hlinason. Asimismo, el base norteamericano Chris Wright tuvo una de sus peores actuaciones con hasta 5 pérdidas de las 7 totales entre el último cuarto y la prórroga, que le hicieron obtener un -5 de valoración. Por lo que los fichajes, quitando al cubano Sant-Roos, que lleva asumiendo el papel de líder desde que llegó siendo el que más valoración media tiene con 11,9, el resto, por ahora, parece que no funcionan.

Con todo esto, la solución parece evidente, ganar. Fisac tiene que encontrar la clave, tanto mental como deportiva, para devolver a sus pupilos la confianza en sí mismos y remontar el vuelo en una temporada muy complicada, que si no amenaza con un sonoro fracaso.

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