Entrevista | Exjugadora del Casademont Zaragoza

Carmen Grande: «Me da mucha pena marcharme, no me esperaba tanto cariño»

La base madrileña repasa la temporada tras su salida del Casademont y de Zaragoza, a la que lleva «en el corazón»

Carmen Grande bota el balón en el encuentro de ida de las semifinales del 'playoff' de Liga en el Príncipe Felipe.

Carmen Grande bota el balón en el encuentro de ida de las semifinales del 'playoff' de Liga en el Príncipe Felipe. / Jaime Galindo.

David García Arlegui

David García Arlegui

El pasado miércoles, el Casademont Zaragoza hizo oficial la carta de despedida de Carmen Grande, quien se marcha tras haber conquistado la Copa de la Reina formando parte de un grupo que quedará para la historia como la plantilla que rompió los esquemas del baloncesto femenino. Además, la madrileña se ha convertido en una de las jugadoras más queridas por la Marea Roja.

Este miércoles se publicó su carta de despedida y, conociendo su relación con la Marea Roja, apuesto a que habrá recibido muchísimos mensajes. 

No me esperaba tanto cariño. Mucha gente se ha molestado en escribirme unas pocas palabras, o unos cuantos párrafos. Estoy súper agradecida y me da mucha pena marcharme. He sentido cerca el cariño y el calor de la ciudad.

En la propia carta repetía la palabra gratitud constantemente, empezando por sus compañeras. ¿Ha sido el grupo la clave del éxito de este año?

Lo han dicho también Vega y Mariona: esta temporada ha ido todo bien. Se ha dado todo lo que se tenía que dar en el momento en el que se tenía que dar. Entre esas cosas está el grupo que se ha juntado, el momento en el que llegamos todas a la Copa... Hay buena química y es un gusto ir a trabajar con un grupo así. Todo el mundo aporta y, si alguien no tira un día del carro, las otras lo hacen. Esto es importante porque ha hecho que no se hunda el barco en ningún momento.

Pocas veces una jugadora consigue dejar la huella que ha dejado en un año en Zaragoza. Gran parte de culpa la tiene la garra que ha demostrado cada vez que salía a jugar. ¿Cómo definiría su paso por el Casademont en lo deportivo?

Creo que he hecho lo que se ha necesitado y, dentro de eso, he tratado de imprimir mi identidad. No ha sido mi mejor año en cuanto a consistencia o a demostrar lo que puedo hacer, pero sí en cuanto a hacer lo que el equipo necesitaba. Grupalmente, hemos conseguido algo histórico. Muy poca gente puede decir que tiene una Copa de la Reina, pero gracias a este grupo y a nuestra unión, yo puedo decir que la tengo, que es algo brutal.

Su juego ha encajado desde el primer día con la idea de este equipo de ser fuertes en defensa como paso previo al ataque, y se va siendo parte del ministerio de defensa junto a Lara y Gracia.

Me hace muchísima gracia. Surge de Álex García, el narrador, que fue quien lo dijo. Recuerdo, en el viaje a Villeneuve, encontrarnos a unos fans que nos llamaban así, y yo decía “¿y esto?”. Con las buenas migas que he hecho con Lara y Gracia, me encanta que nos hayan metido en un pack defensivo porque a las tres nos gusta defender. Es un honor [risas].

¿Cómo ha sido el proceso hasta saber que no seguirá en el club la próxima temporada?

Detrás de todas estas decisiones, hay muchísimos factores a tener en cuenta. No es una línea recta en la que está muy definido si sí o si no. Hay que tener en cuenta el dinero, el interés deportivo, cómo quieres construir la plantilla, las decisiones que debes tomar en torno a los recursos que tienes... He terminado súper bien con el club y creo que la decisión ha venido por el timing, no porque no se me quisiese. A lo mejor, no se me ha querido atar tan pronto como a las piezas que han considerado claves, como son las jugadoras que han renovado a lo largo de la temporada. El tema de mi renovación se empieza a mover más tarde y ahí tengo otras ofertas que decido no perder, pero ha existido muy buena relación con el club en todo momento. No he tenido una oferta del club sobre la mesa cuando la he podido coger, pero sí que había intención de tenerla. El timing ha sido un poco "malo", ha sido el que ha tenido que ser. Yo tenía una oportunidad buena, aunque me da pena irme y perder la oportunidad de jugar la Euroliga. El futuro dirá.

Cayó de pie en Zaragoza, en parte por todo lo que dejaba en la pista y en gran parte también por toda la devolución de cariño al aficionado. Al final, se marcha con un cántico propio. ¿Cómo ha vivido esta conexión con la gente?

De manera natural. Cuando me para un niño por la calle o me está esperando a que llegue a firmarle, no me sale otra cosa. Ningún niño debería irse sin una firma. Es verdad que al ser una persona charlatana y extrovertida, me ha sido sencillo conectar con ellos. Da gusto. El baloncesto femenino está detrás del masculino en términos de desarrollo, y puede copiar lo que le gusta y lo que no le gusta. Una de las cosas que estamos haciendo muy bien es mantener la cercanía con la grada. Estamos en un punto en el que somos más accesibles, y eso es muy guay para los niños.

La gran victoria del equipo es haber roto las barreras del deporte femenino.

El cambio me parece brutal. Cuando ves a niños a los que les da igual que esté jugando Yusta o Mariona, ahí se ve el cambio. Ahora, preguntas a los niños y ya no te vienen con el argumento de “las chicas no, tal...” con el que te podían venir los mayores. Creo que todavía se ve esto y nos queda mucho camino e, igual que lo hemos construido “rápido”, puede destruirse con facilidad. Va a ser un proceso largo y hay que seguir apostando, pero hay un cambio si un niño de ocho años no distingue si juega una chica o un chico.

En la carta se dirigió a los medios con palabras de agradecimiento. ¿Qué papel le gustaría que tuviesen en el futuro?

Simplemente, que nos traten igual. Si se pone un partido masculino a una hora, que se piense en poner el femenino a la misma. ¿Piensas en hacerle una entrevista a un deportista? Nosotras somos igual de importantes. Tampoco somos nadie, que somos gente que botamos un balón, pero creo que muchos medios siguen centrándose en el deporte masculino y en el fútbol. Ya ni hablo de los deportes minoritarios femeninos, de los que es imposible oír nada. Es complicado, pero se puede empezar por ahí.

Vimos en 'Rasmia' su lado más personal y tranquilo cuando aparecía moldeando arcilla en un taller. Es difícil de creer que la misma persona que deja toda su energía en la cancha cambie tanto y sea así de calmada fuera.

[Ríe]. Me gustan este tipo de actividades. Estar ocupada y concentrada. Me clasifico como una persona intensa, unas veces de forma negativa y otras pensando en que es mi mayor virtud, pero saber parar y tener paciencia es una lucha que tengo con una parte de mí. Siempre me han gustado las manualidades y hacer cosas creativas, y encontrar un lugar como La Benditera ha sido fantástico. Para mí era muy sencillo ir ahí y tener un ratito de calma para ir descubriendo distintas facetas que llevo dentro.

En Zaragoza va a tener su casa toda la vida. ¿Le gustaría volver en un futuro?

Sí, evidentemente. He estado súper a gusto y la ciudad me ha encantado. Está cerca de Madrid y del mar, que a mí me encanta escaparme allí, y me han tratado de forma increíble. Me he sentido acogida en todo momento. Es verdad que, al final, yo no juego al baloncesto por toda la gente que nos viene a ver sino porque me gusta, esto es un juego. Sin embargo, vivir ambientes así es una pasada y no te quieres desprender de eso nunca. Es un lugar que llevo en el corazón y, evidentemente, volvería.

Mirando a su propio futuro... ¿Cuál es el siguiente paso de Carmen Grande?

Seguir aprendiendo y poniendo en práctica lo que sé. Quiero soltarme porque llevo mucho tiempo "cohibida" y adaptándome mucho a lo que se esperaba de mí, sobre todo en la universidad en Estados Unidos. Este año, me he empezado a soltar mentalmente y me marco como objetivo dar rienda suelta a todo lo que sea 'ser'. Tengo muchos más recursos de lo que enseño en pista, y quiero seguir disfrutando y soltándome. Puedo mejorar muchísimo más y me quiero divertir. A veces me paro y pienso en si me estoy divirtiendo o si realmente lo sigo haciendo porque es lo que llevo haciendo desde que tengo ocho años. Los retos son emocionantes, pero estoy contenta por estar ganando una mentalidad que me parece muy guay. Si voy a jugar muchos años, que sea así. Si no lo es, no se si quiero seguir jugando.

Llega el parón de verano hasta que vuelvan las competiciones. ¿Cuáles son sus planes?

Me encanta viajar, así que me voy de mochilera a la India, Tailandia y Vietnam un mes. Suelo entrenar en verano, jugaré algún 3x3 e iré de viaje en viaje. También quiero descansar el cuerpo y la cabeza y entrenar, no muchísimo, pero sí bien.

¿Cómo ve al Casademont Zaragoza 2023-2024?

Tienen un reto muy grande con la Euroliga y la Liga. Son dos competiciones muy exigentes con muchísimos partidos, pero desde el club han sabido poner las piezas necesarias, que encajen y hacer un buen engranaje. Los fichajes que van anunciando son de muchísima calidad y ahora hay que hacer un buen trabajo para que todo encaje, pero el talento está ahí y la base de gente que sigue es grande. Eso ayudará a poder empezar rodadas desde el principio. Es un año ilusionante cuanto menos.