El gran salto de Watt

Mientras Okafor formaba parte de la plantilla del Casademont Zaragoza, Mitchell Watt ocupaba un rol secundario. Siempre a la estela de su compatriota, apenas coincidieron durante un mes, desde que Watt aterrizó tras concluir su etapa en China hasta que Okafor, seducido por la fortaleza económica de la competición asiática, aceptó una oferta del mismo país para continuar ahí su carrera deportiva. La marcha de Jahlil parecía un revés demasiado doloroso para un Casademont sumido en un eterno vaivén de jugadores y que respondía al revés renovando el contrato de Kravic y confiando en un paso al frente de Watt, apuesta personal de Fisac. «Mis pívots para la ACB son Okafor y Watt», advirtió el técnico apenas unas semanas antes de que la planificación inicial volviera a saltar por los aires.

Y, efectivamente, el norteamericano ha pegado el brinco que se le requería. Es, sin duda, la referencia interior de un equipo aragonés en el que ha adquirido una dimensión mucho mayor. El protagonismo principal de Watt, bien secundado por Kravic, se traduce en una evolución notoria en sus números, sobre todo, en la competición doméstica, la madre del cordero sin duda.

Hace algo menos de un mes, Watt y Okafor saltaban juntos a la pista por última vez. El primero lo hacía en el 4 y el segundo como 5 ante el Breogán en Lugo, donde el Casademont cayó derrotado (82-77) con 20 minutos, 6 puntos y 10 de valoración de Watt. Desde entonces, ya sin Okafor, los números del de Arizona han mejorado hasta alcanzar una media de 18 puntos y 19 de valoración en los tres encuentros ligueros disputados. Todos ellos saldados, por cierto, con victoria rojilla.

Su mejor actuación fue ante el Barcelona en el Príncipe Felipe (101-99). Watt completaba un enorme partido adornado con 22 puntos y 21 de valoración en los 23 minutos disputados. Antes ya había anunciado el cambio con otro notable encuentro también en casa frente al UCAM (82-76), al que endosó 18 puntos para 19 de valoración en 28 minutos. El pasado domingo, en Palencia, Watt fue de menos a más hasta firmar una valoración de 16 tras anotar 14 puntos en 22 minutos. 

En Europa, en cambio, la transformación es menos evidente. Ante el Nymburk, el norteamericano rubricó una discreta hoja de servicios con apenas 7 puntos y 11 de valoración en 21 minutos y peor aún fueron las cosas la pasada semana en la derrota contra el Gravelines en Francia (7 puntos y valoración de 8 en 23 minutos).

Poderoso en el poste y certero en el tiro exterior, Watt pone al servicio del Casademont su experiencia (33 años) y baloncesto de quilates. La mejoría es sustancial, sobre todo en defensa. De hecho, en el pre-NBA Draft Portsmouth Invitational Tournament, el pívot estableció el récord de tapones, con 13.  

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