La crónica del Casademont Zaragoza-Hiopos Lleida: Dubljevic lo cambia todo (101-91)

El primer día la grada ya coreó «¡Dubi, Dubi!». El primer día ya hizo 22 puntos y 26 de valoración. El primer día ya quedó claro que Dubljevic es un fichajazo, un lujo para el Casademont Zaragoza, un jugador que ayuda a ganar partidos. Porque él mantuvo al equipo en los peores momentos, porque ejerció de líder reuniendo y tirando del resto, porque remató la faena en la prórroga. Con Dubljevic en modo Dubljevic desde el pimer día, el Casademont se llevó la primera victoria de la temporada ante un guerrero y durísimo Hiopos Lleida (101-91) aunque para ello necesitó cinco minutos más de añadido.

El partido dejó, además de la actuación estelar del montenegrino, buenos minutos también de Bango y Sulejmanovic por dentro y de Slaughter por fuera, clave también con dos triples seguidos en el último cuarto. Dejó también la expulsión de Fisac por protestar un indescifrable criterio arbitral y algunas lagunas en el juego exterior del equipo. Joaquín Rodríguez no tuvo su mejor día y Slaughter se quedó como único tirador fiable del equipo aragonés.

El encuentro comenzó con mucho ritmo y de la peor manera posbile para el Casademont Zaragoza porque sin haberse cumplido todavía el primer minuto de juego, a los 46 segundos, Bell-Haynes pidió el cambio y salió de la pista sin poder apoyar el tobillo derecho tras una zancadilla de Madsen. Afortunadamente el canadiense pudo volver antes de que terminara el primer parcial. Por lo demás, la primera acción fue un balón para Dubljevic, que demostró galones durante todo el encuentro, que no solo jugó sino que ejerció de líder con el resto de sus compañeros.

El acierto desde fuera permitió durante toda la primera parte no solo mantenerse sino plantar batalla a aun Hiopos Lleida que dejó claro que no ha venido a la ACB de paso ni para ser comparsa de nadie. Los ilerdenses lograron una primera ventaja interesante (12-19) pero un tiempo muerto frenó esa inercia y el Casademont le endosó un 9-0 para remontar y terminar el primer cuarto por encima (21-19).

En el segundo el conjunto de Fisac logró cuatro puntos como máxima renta pero el acierto de tres de un Lleida que solo anotó una vez desde dentro del arco, y fue un mate, y cuatro desde fuera, mantuvieron la igualdad hasta el descanso. El Casademont estuvo mejor atrás, capturó 14 rebotes por 6 de su rival, pero no tuvo el acierto suficiente como para convertir esa superioridad en puntos y al intermedio se llegó con 38-39.

La tónica se mantuvo en el tercer cuarto. Muchísimos contactos, pocas faltas y mal pitadas y un Casademont al que le faltó contundencia en ataque. La fortuna sonrió al Lleida en algunas acciones y su gran acierto de tres permitió estirar el marcador hasta los diez puntos de ventaja para los visitantes (51-61). Porfirio Fisac terminó en mitad de la pista protestando a los colegiados y fue expulsado con dos técnicas. Se marchó ovacionado.

Dubljevic apareció para mantener con vida a su equipo con once puntos en el tercer parcial y levantar a la grada (65-69), pero el dominio seguía estando en el conjunto visitante. Cuando el partido parecía más perdido que otra cosa apareció primero Slaughter con dos triples seguidos y luego Bango con cuatro puntos consecutivos para dar la vuelta al marcador a poco más de dos minutos para el final (82-80). Cooke falló dos tiros libres en el peor momento posible para su equipo y Bell-Haynes volvió a poner la máxima (86-82) a 1.08 para el final. Dee Bost lo empató a cuatro segundos del final (87-87) y Dubljevic no pudo rematar, así que hubo prórroga. Ahí el Lleida ya se vino abajo y la figura de Dubljevic se hizo aún más grande. Su seguridad en cualquier posición y situación de partido allanaron el camino para un Casademont Zaragoza que debe mejorar unas cuantas cosas pero que tiene la garantía de contar con un jugón como Bojan Dubljevic.