La crónica del Casademont Zaragoza-Polkowice: la primera se queda en casa (76-73)

El Casademont Zaragoza comenzó la fase regular de la Euroliga con una victoria, lo que siempre es una gran noticia. Más aún teniendo en cuenta que jugó sin pívots, porque el primer balón que le llegó a Gatling bajo el aro fue la última canasta del equipo en el partido, y que perdió la segunda parte por 29-37, permitiendo que los doce puntos que había amasado a falta de 3.20 para el final se quedaran en solo tres. Por eso el triunfo sobre el Polkowice polaco se quedó algo escaso (76-73) para las aspiraciones aragonesas de pasar a la siguiente fase y el conjunto de Carlos Cantero tendrá que hacer bueno ese resultado en los siguientes encuentros. La batalla en Polonia promete ser de aúpa.

Con el quinteto habitual en pista, al Casademont le costó unos minutos encontrarse a gusto en la pista y lo hizo, sobre todo, cuando pudo recuperar y correr, basado en un buen funcionamiento defensivo. Pese a un pequeño distanciamiento inicial el partido estaba todavía en esos minutos de tanteo cuando Laia Flores chocó su rodilla y tuvo que ser atendida, provocando el primer silencio en la grada y el gran susto de la noche.

A partir de ahí el conjunto aragonés entró en una fase de atasco, de poca clarividencia ofensiva que permitió el empate en el marcador al inicio del segundo periodo (19-19) hasta que apareció la segunda unidad para romper esa dinámica. Sobre todo una acertada Nystrom, que con dos triples acabó con la sequía aragonesa desde la larga distancia, pero también Mistinova. Entre las dos sumaron 15 de los 30 puntos del equipo en el segundo cuarto y que permitieron al Casademont irse al descanso con la máxima diferencia (47-36). Gatling no había lanzado ni una vez a canasta.

Las notas de las jugadoras del Casademont Zaragoza: Atkinson brilla con luz propia

Tras el intermedio llegó la reacción polaca con un parcial de 0-9 que puso el 47-45 en el marcador tras cuatro minutos de juego. El Casademont seguía sin jugar con su pívot de referencia y no tuvo el acierto exterior del segundo cuarto, así que el duelo volvió a igualarse. Ni una vez acertó de tres, lo que permitió al Polkowice acercarse poco a poco mientras la grada se iba enfadando cada vez más con los colegiados. Con Atkinson tirando del carro el Casademont llegó al tramo decisivo con ventaja pero con todo por decidir (55-49). El regreso de Laia Flores a la pista fue lo mejor de la segunda parte en el Casademont Zaragoza.

Llegado este punto el único objetivo era amarrar la victoria. Subió la intensidad defensiva, se repartió mucho y se pitó poco. Cannon, su máxima anotadora con 15 puntos, fue eliminada a cinco minutos para el final y el Casademont supo sobrevivir con el buen trabajo de Nerea atrás y a lomos de los puntos de Tanaya Atkinson, la más activa, incisiva y acertada durante toda la noche. Tres triples seguidos del Polkowice en la recta final del partido apretaron el marcador y dejaron un sabor agridulce en la victoria aragonesa porque ahora le esperan tres partidos seguidos fuera y va a tener que pelear y mucho.