CASADEMONT ZARAGOZA
Las dos caras del Casademont Zaragoza
En casa es un conjunto fuerte que no se rinde y ha ganado todos sus partidos, mientras que fuera apenas compite y encaja 102, 5 puntos de promedio, 21,5 más que en Zaragoza

Joaquín Rodríguez y Bango celebran chocando el triunfo ante el Baskonia. / ACB PHOTO
Parecen dos equipos completamente diferentes aunque sea el mismo. El Casademont Zaragoza es uno en el Príncipe Felipe y otro, opuesto, fuera de casa. Por los resultados, pleno de victorias y de derrotas, por los números, 21,5 puntos más encajados cuando viaja, y también por las sensaciones, irreductible como local, indolente como visitante.
El equipo de Porfirio Fisac llega al parón de selecciones con un buen balance en la Liga Endesa, cuatro victorias y otras tantas derrotas, con aspectos muy positivos pero también con otros muy negativos en los que debe seguir trabajando. El Casademont Zaragoza ha hecho un fortín del Príncipe Felipe ganando al Hiopos Lleida, Joventut, Breogán y Baskonia. En los dos primeros partidos necesitó una prórroga, frente al equipo lucense firmó su mejor triunfo de la historia y ante el de Pablo Laso remontó once puntos en un último cuarto espectacular.
El conjunto aragonés ha demostrado en casa una mentalidad de hierro, llevando a la práctica el ‘Zaragoza nunca se rinde’ hasta las últimas consecuencias. Contra el Joventut perdía por siete puntos a falta de poco más de un minuto y frente al Baskonia estuvo más de media hora por detrás en el marcador, pero en ambos casos no solo no se dejó ir sino que creyó en la victoria hasta el final. Y la consiguió.
El Casademont no solo se mantiene invicto en casa sino que presenta, además, unos buenos números. Anota 98,5 puntos de media y recibe 81. Sin embargo, cuando sale de Zaragoza es todo lo contrario. Ha perdido los cuatro partidos que ha disputado, siendo uno de los cuatro equipos de la competición que todavía no se ha estrenado fuera, y sus números son terroríficos. Encaja 102,5 puntos por partido, la peor media de la Liga y 21,5 más que cuando actúa como local. También se reducen drásticamente sus prestaciones en el aro contrario porque solo anota 84,25 puntos por jornada, 14 menos que en el Príncipe Felipe.
En tres de esos cuatro partidos que ha disputado fuera ha encajado más de cien puntos: 101 en Madrid, 110 en La Coruña y 111 en Valencia. La consecuencia directa es que no solo no ha podido ganar ninguno de esos encuentros, es que no ha estado ni mínimamente cerca de disputarlos. El único en el que no se dejó llevar fue el disputado en Madrid (101-95).
Después, en Murcia aguantó hasta el descanso, mientras el acierto local fue excesivamente bajo. En cuanto el UCAM se entonó de tres el Casademont bajó los brazos. Encajó 31 puntos en la primera parte y 57 en la segunda y se quedó ya sin opciones en el tercer cuarto.
Menos todavía aguantó tanto en La Coruña como, sobre todo, en Valencia. Ante el recién ascendido Leyma empezó a caerse en el segundo cuarto para desaparecer por completo en la segunda parte y ser barrido de la pista por el cuadro gallego (110-86). Peor todavía fue en Valencia. Con un quinteto extraño y un parcial de 12-2 en dos minutos ya no hubo partido. El Casademont fue una sombra intentando perseguir sin éxito al conjunto de Pedro Martínez (111-82). Menos de 48 horas después el equipo volvió a transformarse en su versión de casa.
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