Preparadas para la batalla. El análisis del momento del Casademont Zaragoza

Un enorme chute de autoestima ha supuesto para el Casademont Zaragoza la apabullante victoria que cosechó ante el Valencia Basket. De primeras porque no es, ni por asomo, un triunfo más. Ni por el momento ni por la forma ni por el rival. Imponerte con tal autoridad al equipo que te llevaba amargando la vida durante los últimos tiempos puede servir para muchas cosas e incluso para que se convierta en un punto de inflexión en la temporada de las aragonesas.

Porque, aunque con momentos brillantes, el curso de las de Carlos Cantero ha estado marcado por la irregularidad. El Casademont ha combinado partidos notables con otros alarmantes y era complicado saber qué es lo que se podía esperar de este equipo a la hora de la verdad.

Mawuli reina en la exhibición coral de las aragonesas. Las notas del Casademont Zaragoza-Valencia Basket

Ahora que va a llegar uno de los momentos cruciales de la temporada, las zaragozanas emiten señales que auguran que pueden, como en las dos últimas campañas, pelear por los objetivos más ambiciosos. En las próximas semanas, el Casademont se va a jugar su posible presencia en la final a seis de la Euroliga y ser cabeza de serie en la Copa de la Reina, Casi nada. Si a ello le sumamos que esos dos títulos decidirán su triunfador en Zaragoza y en el Príncipe Felipe, el premio que podrían obtener las de Carlos Cantero se multiplica hasta tal punto que a las aragonesas no les queda otra más que poner ahora toda la carne en el asador.

Uno de los motivos para ser más optimista es que, a pesar de la manifiesta irregularidad que ha mostrado este equipo, en los encuentros importantes ha dado la cara en todos y ha sacado ese plus de carácter que requieren las grandes ocasiones. Ejemplos de ello es la plácida clasificación para la Euroliga, el buen papel en la Supercopa, las grandes victorias ligueras en la cancha del Perfumerías Avenida y ante el Valencia o la prácticamente inmaculada primera ronda europea en la que el Casademont solo ha hincado la rodilla ante el Fenerbahce.

Ese gen competitivo lo necesitarán más que nunca las aragonesas cuando algunos de los mejores equipos del continente (el Valencia, el Venecia y el Praga) visiten el Príncipe Felipe y, más todavía, cuando toque visitar sus inexpugnables canchas, concentración o decisión que les ha faltado a las de Cantero en varias salidas domésticas a lo largo del curso y encuentros en teoría más asequibles.

El do de pecho

Dar el do de pecho contra los grandes no es la única razón para confiar en este Casademont. El rendimiento de varias de sus jugadoras también invita al optimismo. Porque de algunas de ellas es complicado hasta dudar, como pueden ser los casos de Mariona Ortiz o Gatling (menos mal que lo de su rodilla quedó en un susto), pero otras integrantes de la plantilla no empezaron de la mejor manera y, poco a poco, han ido elevando sus prestaciones hasta ofrecer unas versiones muy interesantes de sí mismas.

La explosión de Mawuli, que lleva un último mes espectacular, es el paradigma de una mejoría a la que se han apuntado jugadoras como Nystrom, siempre inteligente en pista, o Nerea Hermosa, que aprovechó las molestias físicas de Gatling para dar un paso adelante. Además, la llegada de Mané da al equipo cosas que no tenía y no parece que vaya a ser la única en llegar porque, por contra, hay jugadoras que no han funcionado.

Toda ayuda será poca para lo que se le viene a un Casademont que parece que ya está viendo los resultados de ese «proceso» del que tantas veces ha hablado su entrenador. Necesitaba el equipo aragonés tiempo, tras una nueva reconstrucción para ajustar sus piezas. Ahora, la máquina va engrasando y deberá estar lista para el jueves, cuando las de Cantero reciben al Venecia en quizá el partido más importante en lo que va de curso y la buena noticia es que el Casademont Zaragoza parece estar ya preparado para la batalla.