Prueba de fuego en el Príncipe Felipe. La previa del Casademont Zaragoza-Barcelona

El más difícil todavía. Si ya de por sí tiene mucho mérito haber mantenido el invicto en el Príncipe Felipe (cinco victorias ligueras más las europeas) bien entrado el mes de diciembre, si el Casademont Zaragoza lo logra conservar tras la visita de este domingo del Barcelona (18.30 horas) los hombres de Porfirio Fisac darán un golpe de la mesa que, aunque su entrenador siga en sus trece, pondrá al equipo aragonés como uno de los máximos aspirantes para clasificarse para la Copa del Rey después de muchos años sin hacerlo. 

Eso sí, un encuentro cercano a la «perfección», como dijo el propio Fisac, deberá realizar el Casademont para doblegar a los catalanes, algo que, sin embargo, es mucho más habitual últimamente de lo que la dificultad del objetivo haga pensar. El Barcelona se ha ido con la cara colorada en cuatro de sus últimas cinco visitas a la capital aragonesa. Para que haya una más, el factor Príncipe Felipe tendrá que hacer la fuerza que el Casademont ha perdido sin Bojan Dubljevic. 

Su ausencia, a la que el equipo se tendrá que acostumbrar los próximos tres meses, y el retraso en la llegada de su sustituto hacen que el encuentro adquiera una dificultad extra a las ya sabidas por todos. No obstante, y aunque el nombre del Barcelona mete miedo por sí solo, lo cierto es que el conjunto catalán no es el todopoderoso equipo de otras ocasiones. De hecho, en la ACB los de Joan Peñarroya han perdido más que han ganado fuera del Palau (dos triunfos y tres derrotas) y llegan a Zaragoza tras haber sido derrotados ante el Milano el pasado jueves en Euroliga, por lo que afrontan el duelo con un día menos de descanso que los aragoneses. Sin embargo, si los Satoranski, Punter, Vesely, Willy Hernangómez (cada vez más mejorado tras un inicio aciago de curso), Nuñez, Jabari Parker y compañía tienen su día, la imbatibilidad como local corre un grave peligro.

Porfirio Fisac: «Tenemos que acercarnos a la perfección para ganar al Barça»

Porque quizá no se le puede exigir al Casademont que gane a los catalanes, pero sí que mejoren la imagen que dejaron en su último encuentro, la contundente derrota ante el Maroussi. Si los de Fisac defienden como en Grecia, la calidad del Barcelona hará el resto. Pero si los zaragozanos muestran su habitual versión de este curso en casa, aun siendo difícil, para nada es descartable que la victoria se quede en Zaragoza. Si a ello se le suma la versión MVP de Bango y una buena tarde de los bases del Casademont (Bell-Haynes y Spissu) quizá el Príncipe Felipe siga siendo un fortín inexpugnable y no quede otro remedio más que empezar a hablar de la Copa.