La crónica del Tofas Bursa-Casademont Zaragoza: premio gordo en Turquía (83-97)

En esta ocasión, a la cuarta fue la vencida. Después de tres muy buenos partidos fuera de casa sin premio, el Casademont Zaragoza se llevó el mejor botín en Turquía sumando una victoria tan valiosa como merecida (83-97) porque fue mejor de principio a fin, porque dominó el partido con un inicio soberbio, superó sus momentos de apuro y terminó con un control total de la situación. Y lo hizo sin Dubljevic, lo que ya no es noticia, pero también sin Jaime Fernández por su baja de última hora, con solo tres interiores para la rotación.

Pero este Casademont es definitivamente otro y ha alcanzado un grado de madurez más que interesante que le permite dominar fuera de casa gracias al colectivo. También ha mejorado en defensa y este miércoles desplegó una de las mejores de la temporada, la mejor fuera de casa, activa de principio a fin, metiendo manos, llegando a muchos tiros. Y si tiene acierto en ataque, entonces se convierte en un equipo realmente difícil de ganar porque tiene puntos, muchos puntos en sus manos. En Turquía, 97 fuera de casa con un magnífico 17 de 30 en triples.

Si a cualquiera dentro o fuera del Casademont Zaragoza le hubieran preguntado cómo había que presentarse y empezar el partido en Turquía su respuesta se hubiera quedado corta para lo que hizo el equipo de Porfirio Fisac en el primer cuarto. No solo por el marcador (13-29), o por la diferencia brutal en valoración (7-45), sino porque la puesta en escena fue difícilmente mejorable. El Casademont hizo una defensa magnífica, con tapones, manos para robar balones, llegando a puntear prácticamente todos los tiros, con Mencía y Rodríguez como principales estiletes, mientras en ataque encontró el equilibrio perfecto con un acierto extraordinario de tres (5 de 8) y un juego demoledor por dentro (7 de 11) con Bango machacando por sistema y Sulejmanovic adueñándose de los rebotes.

El Tofas Bursa no encontraba la manera de cambiar el rumbo del partido, ni en defensa ni en ataque a pesar de la calidad de Reed. Dos triples seguidos de Trifunovic obligaron a Fisac a pedir tiempo muerto (19-29) y la respuesta fue un parcial de 0-7 que dio al Casademont la máxima diferencia del partido, 19-36. Todo iba a pedir de boca para el conjunto aragonés, pero entonces el Tofas aumentó su intensidad defensiva, el Casademont redujo su nivel de acierto y, sobre todo, comenzó a perder balones, con Bell-Haynes especialmente desacertado. Recuperando y corriendo le dio la vuelta a la situación el conjunto otomano. No remontó en el marcador pero llegó a ponerse a un punto (44-45). Al descanso se llegó con 44-47 y la sensación de que había que empezar de nuevo.

El regreso a la pista del Casademont Zaragoza volvió a ser bueno, no tanto como el del inicio de partido, pero el equipo aragonés mantuvo su plan con una gran defensa. Sufrió porque siguió cometiendo errores, perdiendo demasiados balones, que el Tofas Bursa aprovechó para castigar con puntos rápidos. En estático le costaba algo más, con Reed, su mejor jugador, como principal referencia. Su defensa no era tampoco la mejor y el Casademont fue poco a poco encontrando de nuevo su sitio. 

Incluso recuperó el acierto de tres en el tramo final del cuarto para tomar aire antes del parcial definitivo (61-70), en el que continuó anotando desde más allá del arco incluso con un animado Miguel González. El Casademont volvió a recuperar una ventaja considerable (62-78) para poner muy de cara el partido. El equipo aragonés exhibió hasta el final un gran dominio y control de la situación, pese a algunas pérdidas o errores puntuales, frente a un Tofas que nada pudo hacer para evitar su primera derrota europea de la temporada. Premio gordo.