ENTREVISTA | Iñaki Martín Entrenador del Real Valladolid, extécnico ayudante del Casademont Zaragoza

Iñaki Martín: "Si no me llama el Valladolid no hubiera salido del Casademont, era muy feliz"

Iñaki Martín, en su presentación como entrenador del Valladolid.

Iñaki Martín, en su presentación como entrenador del Valladolid. / REAL VALLADOLID BALONCESTO

De un día para otro cambió de casa, de ciudad, de club, de funciones… ¿cómo lo lleva?

Hay varios condicionantes, sobre todo mi decisión y mi salida del Casademont ha sido de un ritmo totalmente trepidante, las decisiones que se tomaron, todo lo que se pensó y supuso, sinceramente, fueron días de locura pero de locura absoluta. No esperaba esta situación, lo que pasa es que surgió el interés del Real Valladolid Baloncesto y solo tengo palabras de agradecimiento al Basket Zaragoza 2002 porque han sido todo facilidades y por lo que ha supuesto mi estancia allí. Gracias a ellos he podido centrarme un poquito en venir y sacar estos dos partidos para el equipo que eran vitales para la clasificación.

En su despedida dio las gracias a todos.

A nivel mental tengo sentimientos muy encontrados porque he sido tremendamente feliz en Zaragoza, con el club, con el Casademont, desde Reynaldo Benito que es un presidente a un nivel de preparación y humano excelente, que siempre está pendiente de todos nosotros, a un José Artigas que es el primero que entiende cómo funciona un club, un equipo y el primero que ayuda a todo el mundo y tiene empatía con cada miembro de la plantilla y luego Jorge Aguarón que me ha hecho la vida súper fácil. Y este club, con estas tres figuras por encima porque puedo hablar de más, me ha hecho ser feliz en Zaragoza. Ha sido un cambio que mi cabeza no estaba preparada pero cuando ves que tu salida no va a suponer un perjuicio al grupo porque todo fueron facilidades y desde el club se me transmitió que si yo lo veía bien, adelante. Yo también sé lo que está pasando en la plantilla y, aún con la tristeza de no poder acabar mi contrato, mi sitio iba a estar muy bien secundado con Jack Burgess y Rodrigo San Miguel que son dos excelentes profesionales. Veía que mi salida no iba a restar mucho en el funcionamiento del primer equipo. Me ayudaron enormemente en mi salida. Con la tristeza de no cumplir el contrato y de no estar en un equipazo, por profesionalidad y calidad humana, pero el equipo de mi casa, de mi ciudad, me necesitaba, tenía muchísimas ganas de volver a casa y demostrar que tenía el nivel que he tenido en el extranjero, quería probarme, es un reto, sabiendo que la situación era muy jodida, era un equipo en descenso, con dos partidos clave y que ahora en las próximas siete jornadas te vienen los seis transatlánticos. Pero la ilusión, las ganas y poder demostrar en el día a día lo entrenador que soy me ha podido. Si Casademont Zaragoza me hubiese dicho que mi salida hubiera perjudicado mínimamente al club, no habría salido.

"Ha sido un cambio que mi cabeza no estaba preparada pero cuando ves que tu salida no va a suponer un perjuicio al grupo porque todo fueron facilidades y desde el club se me transmitió que si yo lo veía bien, adelante. Yo también sé lo que está pasando en la plantilla y, aún con la tristeza de no poder acabar mi contrato, mi sitio iba a estar muy bien secundado con Jack Burgess y Rodrigo San Miguel que son dos excelentes profesionales"

¿Qué se ha encontrado en Valladolid?

Es un equipo que no va bien, cuando cojo el equipo hace dos semanas está en descenso a una victoria de la salvación. Me encuentro un equipo que es buen equipo, buenos jugadores, alguno incluso de renombre demostrado en la LEB Oro, pero que estaban bloqueados, con falta de confianza. En estas dos semanas no soy tan presuntuoso como para creer que he cambiado un equipo en tres días pero sí he intentado ajustar los roles que tiene cada uno, confiar al máximo en los once de la plantilla, cada uno con sus objetivos individuales, y dar mis toques, mi visión de baloncesto. Creo que en este tipo de equipos hay que simplificar el trabajo al principio. Está saliendo bien, hemos sacado dos victorias contundentes que creo que mejoran la confianza del equipo y veremos a ver porque ahora nos vienen seis de los equipos llamados a ascender a la ACB.

En este tipo de cambios, ¿hasta qué punto puede influir o cambiar un entrenador el baloncesto de un equipo?

Esta Liga la he seguido y a este equipo le he visto partidos, porque es el equipo de mi ciudad, entonces ya tenía una cierta idea de dónde venía y de lo que yo haría. En ese sentido el acople ha sido mucho más rápido. Incluso dentro de la ciudad ya sé quién es quién, conozco a todo el mundo, entonces es más fácil. En el primer partido lo que hice fue coger las cosas buenas que tenían de Lolo Encías, que tenían bastantes, y modificar lo que pensaba que podían mejorar como equipo. En la segunda jornada ya hubo cosas nuevas y a partir de ahora ya lo llevaré como entiendo que debe ir.

Adaptándose también a la plantilla que tiene, entiendo.

Al final son buenos nombres. Lo dije en mi presentación, que fue el ocho de enero, creo que llego un poco tarde a los Reyes Magos. No puedo estar pidiendo jugadores en determinadas posiciones y demás pero sí pienso que los once desde que he llegado me están respondiendo el último partido hay cuatro partidos tocados, lesionados, que juegan el partido, uno juega infiltrado, otro con 38 de fiebre, otro con un proceso estomacal que también juega… y los cuatro a tope. Eso me demuestra que están comprometidos y determinados a sacar el club de donde está. He firmado sin ningún tipo de promesa de que me tienen que traer nada, es que ha sido todo muy rápido y simple, no me he sentado con el club a ver si me ficháis no sé qué. Tendré que sentarme y ver si económicamente podemos ir al mercado pero vamos, se me dijo que con lo que había tenía que mejorarlo y sé que el club no se gasta más de lo que tiene, que es algo que me encanta, entonces a lo mejor puedo hacer un retoque, no más.

En estos casos suele decirse que la salida se produce de un día para otro. ¿Fue así?

Fue así. Aquí en Valladolid cesan al entrenador y a lo largo del día previo al viaje a Bursa, que yo tenía la maleta hecha para viajar y tenía también cosas del equipo que debía llevar, a lo largo de la tarde noche el Real Valladolid Baloncesto se pone en contacto con el Casademont y, para su sorpresa, le facilita la operación. Si Iñaki es capaz de aceptar, por qué no le vais a poder llamar y proponer lo que queráis. Cuando el equipo se marcha a Turquía yo todavía no he firmado el contrato. Si me pongo bajo el punto de vista personal, es que todos los gestos del Casademont conmigo han sido terriblemente buenos, es que me han facilitado todo. Porque lo mismo un club te dice, ve resolviéndolo pero te vas a Turquía. Por eso agradezco en el alma a José Artigas, con conocimiento de Reynaldo, todas las facilidades que me han dado. Fue en la noche del día de Reyes y ahí Porfi es el primero que facilita mi salida y al que agradezco muchísimo el gesto, incluso es el que habla con el club para facilitarme todo, y a partir de ahí cuando a altas horas de la noche el Valladolid me dice de todos los que hemos llamado, te queremos a ti, ¿te vienes? Tuve que decidir sin contrato y sin nada. De un día para otro. Incluso estando aquí te confiesan que no pensaban que yo podía estar disponible. Sin la buena fe y las facilidades del Casademont no sería posible. Pero es que me han hecho feliz todos los meses que he estado allí.

"Agradezco en el alma a José Artigas, con conocimiento de Reynaldo, todas las facilidades que me han dado. Fue en la noche del día de Reyes y ahí Porfi es el primero que facilita mi salida y al que agradezco muchísimo el gesto, incluso es el que habla con el club para facilitarme todo"

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¿Qué balance hace de estos meses?

He estado en un auténtico equipazo, tanto profesional como humano. Creo que es un club muy bien organizado con Reynaldo Benito al frente, que tiene muchas posibilidades de crecer, que fíjate lo que está creando con el equipo femenino, con un Carlos Cantero espectacular y la estructura que tiene, que en el masculino este año de calidad se subió no digo que al grupo de los de más dinero pero sí creo que se dio un salto cualitativo en la plantilla que te permite hacer disfrutar al Príncipe Felipe como estábamos haciendo. Tiene jugadores de una calidad muy buena, que siente mucho la camiseta, que siente muchísimo al club y que, encima, entre ellos son un grupo excepcional. ¿Qué puedo decir? He disfrutado con mis compañeros, desde entrenadores a fisios, departamento médico, prepa… y aún tengo que volver porque fue todo tan rápido que he dejado cosas allí y me quiero despedir en condiciones de ellos para darles un abrazo porque despedirme de Jack y Rodri con un abrazo a las seis y media de la mañana porque el bus se iba a las siete tampoco es una buena despedida. Tengo muy buena relación con toda la gente, los quiero mucho, desde los currantes, que te hacen la vida más fácil, y Nacho Simavilla que es el primero que está pendiente de mis resultados. Cuando voy a despedirme, porque yo me quedo cuando el equipo se va a Turquía para finiquitar las cosas, lo paso muy mal, me emociono sobre todo con la gente buena, con la gente trabajadora, que te cuida, que te quiere. Ahí despedirme lo llevo muy mal y lo pasé muy mal aquel martes día 7 cuando fui al club. Tenía esa sensación de que dejaba todo en buenas manos y de que me apetecía el reto de venir a Valladolid y que en una situación difícil puedo hacer un buen baloncesto.

¿Cómo ha sido su relación con Fisac?

Con Porfi tenemos una relación personal además de profesional pero, lógicamente, cuando se trabaja esto va al máximo nivel. He trabajado de una manera muy natural con él. Todos le conocemos, es un tío súper exigente, que va al máximo nivel. He intentado hacer lo mejor posible todo lo que se me mandaba, que estaba todo bastante bien organizado en el sentido de que cada uno teníamos nuestras tareas y con Jack y Rodri lo hemos llevado de una manera sencilla, natural y de buenos compañeros, y con Porfi pues de una manera natural también. Cuando tienes una relación con una persona fuera, pues quizá profesionalmente hay un cambio, pero es que lo profesional tiene que ir por un lado y lo personal, por otro. Al final nosotros somos ayudantes y debemos estar al servicio de los primeros. Esto es muy simple. Si no me hubiese salido lo del Valladolid yo no me hubiese ido del Casademont Zaragoza.

"Con Porfi tenemos una relación personal además de profesional pero, lógicamente, cuando se trabaja esto va al máximo nivel. He trabajado de una manera muy natural con él. Todos le conocemos, es un tío súper exigente, que va al máximo nivel"

También le ha tocado dirigir algunos partidos.

Sinceramente, los partidos que he dirigido yo, que fueron Lleida y Barcelona, y a Jack le toca Bursa, es que nos veíamos tan bien entre nosotros y nos complementábamos todos tan bien que no sentí que yo estaba dirigiendo el partido, sentí que estábamos dirigiendo el partido tres entrenadores. Muy buenos profesionales, muy buenas personas y excelentes entrenadores. Uno que es maño absoluto y muy querido por la afición, que es Rodri, y otro que es maño adoptado pero más maño que yo qué sé, que es Jack. Te aseguro que hay un futuro terriblemente bueno en Zaragoza. Por eso sentí que estábamos dirigiendo los tres. No es una situación nueva para mí. A Porfi le tuve que sustituir dos partidos en la etapa en Valladolid, a Marcelo Nicola en Gizpukoa otros dos partidos, son situaciones que se dan. Intentas hacerlo lo mejor posible y, si encima ganas, que en estas situaciones he tenido la suerte de cara, pues perfecto. Después del Barça y del Lleida mi sensación es que el trabajo del equipo, del staff, incluid Porfi, que es el que supervisa y hace el plan de partido, es que somos todos. Estábamos dirigiendo todos, y luego los jugadores que en esas situaciones son los primeros en ayudar.

¿Sigue al equipo?

Lo primero que hice nada más montarme en el autobús viniendo de Morón fue poner el partido del Casademont contra el Manresa, que sufrí como un perro y desgraciadamente me jodió igual o más que estando allí. Lo sentía como mío también porque salí esa semana y fue terrible. Qué voy a decir, ya lo dijo Porfi. Si se tiene un final de partido de manera natural creo que lo hubiésemos ganado. Hay decisiones de fuera que a veces tienes suerte y otras no, te pitan una falta quedando dos décimas y quedas en manos del que tira los tiros libres. Pero quiero romper una lanza a favor del equipo. A todos nos hubiera gustado, incluso no estando en Gran Canaria, estar en la Copa pero están haciendo una excelente temporada. Es verdad que en salidas contra equipos de abajo… pero el otro día Granada juega un partidazo para poder ganarnos. El equipo se está vaciando, está dando todo lo que es. No soy de los que pido que me pasen la mano por el lomo todo el rato pero creo que hay que poner en valor la temporada del Casademont y lo que está haciendo disfrutar a la gente en el Príncipe Felipe.

"Lo primero que hice nada más montarme en el autobús viniendo de Morón fue poner el partido del Casademont contra el Manresa, que sufrí como un perro y desgraciadamente me jodió igual o más que estando allí. Lo sentía como mío también porque salí esa semana y fue terrible"

¿Le ha sorprendido algún jugador? Poder dirigir a Dubljevic, Bango, Spissu, Bell-Haynes...

Es una pasada. Me pasa una cosa, vienes de entrenar a estos, les tienes en tu cabeza porque además son grandísimas personas, y es una plantilla de tanta calidad y llegas a Valladolid y coges al equipo de manera súper sencilla. En Zaragoza tienes que ayudar más que corregir, porque si han llegado a este nivel es por algo. Por supuesto que echo de menos el día a día con ellos. Hay dos auténticos currantes, animales, como son Trae Bell-Haynes y Sulejmanovic, que pasan horas en el pabellón y que te piden que les subas el nivel. Pero es que podría hablar de todos, hasta de Lucas que ya no está. Son gente de una calidad humana terrible. Todos sabemos la calidad que tiene Dubljevic como jugador pero es que si luego le veis cómo es como persona, como compañero, cómo está integrado en el equipo, cómo es el primero que no es egoísta. Es que ese equipo es una pasada. Con alguno he tenido la suerte de trabajar individualmente, con Bango, de mejorar lo que he podido a Joaquín Rodríguez. Son gente que claro que echas de menos trabajar a ese nivel y luego estar con ellos porque se lo ganan. Pero al final también los once que me he encontrado aquí estoy súper feliz de trabajar con ellos. A uno ya lo tengo medio loco porque lo cojo dos o tres días a la semana después de los entrenamientos para corregirle la posición. Les desearé lo mejor y el mayor de los éxitos, incluidos los del EBA, que alguno me ha mandado algún mensaje muy bonito como Dani Muñoz, Álex Moreno, Felipe Minzer, jugadores que te ganan por el cariño y el esfuerzo que están haciendo. Allí tienes que estar a un nivel mental súper alto para poderles aportar algo. Aquí tienes que estar a buen nivel también pero es más genérico todo.

"Por supuesto que echo de menos el día a día con ellos. Hay dos auténticos currantes, animales, como son Trae Bell-Haynes y Sulejmanovic, que pasan horas en el pabellón y que te piden que les subas el nivel. Pero es que podría hablar de todos, hasta de Lucas que ya no está. Son gente de una calidad humana terrible"

¿Bango es tan bestia en los entrenamientos como en los partidos?

Bango es un fenómeno. Es una bellísima persona, un excelente compañero, siempre tiene una sonrisa en la boca. Es un jugador que el Casademont apuesta por él y eso lo tiene que tener en cuenta Bango pero está dando mucho al equipo. Él tiene muy claro que tenía que mejorar, creo que lo está consiguiendo, bueno, no creo, está tirando la puerta abajo, está siendo una de las sensaciones de la Liga ACB y se lo merece por cómo sigue trabajando ahora Jack con él. Es un jugador que él mismo se va a poner el límite donde pueda llegar porque tiene cosas a mejorar y Porfi le está ayudando muchísimo. Lo quiero mucho y quiero lo mejor para él y lo que deseo es que se quede en el Casademont porque nos va a dar muchas alegrías.

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