Casademont Zaragoza

Los momentos clave que explican la eliminación del Casademont Zaragoza de la Euroliga

El tiro libre de Pueyo en La Fonteta, el fallo de Mawuli en Praga y la baja de Gatling ante el Bourges, además de otros factores, son algunas de las causas del adiós

Mawuli, desde el suelo, protesta una acción en el duelo ante el Bourges

Mawuli, desde el suelo, protesta una acción en el duelo ante el Bourges / Javier Cebollada/ EFE

Arturo Pola

Arturo Pola

Zaragoza

Al Casademont Zaragoza se le ha escapado de manera cruel el primer gran objetivo de su temporada. Las de Cantero no estarán en la Final Six de la Euroliga que se va a estrenar en la capital aragonesa el próximo mes de abril. Duele, duele mucho porque a comienzos de temporada ni los más optimistas vaticinaban que el equipo pudiera tener opciones de meterse entre los seis mejores conjuntos de Europa y aun así, en un nuevo ejercicio de superación, el Casademont ha tenido en su mano vivir una semana para la historia con el Príncipe Felipe y su afición como testigos de excepción.

Fastidia todavía más porque cuando las aragonesas habían hecho posible lo imposible, la Final Six se ha escapado por pequeños detalles, que muchas veces son los que marcan la diferencia en el mundo del deporte. Y esta vez los momentos clave, y tampoco la fortuna, no han sonreído al Casademont y lo ha dejado con la miel en los labios y con la sensación de que, a pesar de merecerlo, el sueño se ha esfumado.

Porque el recorrido de las de Cantero en la Euroliga es, a pesar del triste final, sobresaliente. Las zaragozanas han maximizado sus recursos para hacer frente a clubs con presupuestos infinitamente superiores, pero esa diferencia la mayoría de las veces no se ha visto sobre la pista. ¿Qué ha faltado para la matrícula de honor? Determinación en algunos momentos y gasolina en otros.

Tras una inmaculada primera fase (solo se perdió ante el Fenerbahce), el primer revés llegó con la retirada del Polkowice de la competición. Eso provocó que al Casademont se le retiraran dos victorias y, sobre todo, que sus rivales ya no tuvieran que jugar contra las polacas siendo que las de Cantero se habían enfrentado a ellas acumulando un desgaste que ha sido salvaje en estos meses.

Sin embargo, las aragonesas siguieron logrando victorias de un enorme valor hasta que, por méritos propios, el Casademont se aseguró, como mínimo, la clasificación para el ‘Play In’. Con ese objetivo ya en el bolsillo, el equipo tuvo incluso opciones de obtener el billete directo para la Final Six de Zaragoza o de, al menos, asegurarse el factor cancha y un rival más asequible en el citado ‘Play In’.

Fue entonces cuando las cosas comenzaron poco a poco a torcerse. Será imposible no acordarse siempre del tiro libre que Helena Pueyo no pudo convertir en La Fonteta que le hubiera dado al Casademont el primer triunfo de su historia en La Fonteta, además de lo que hubiera sido una victoria valiosísima en su devenir europeo.

La moneda sale cruz

Pocos días después, la involuntaria protagonista fue Mawuli al fallar dos canastas en Praga que le hubiera dado a las de Cantero, tras una inverosímil remontada en el último cuarto, el deseado factor cancha.

Además, ese triunfo hubiera provocado que el Casademont se hubiera enfrentado al Landes en vez de al Bourges en el paso previo a la Final Six. Es complicado hacer comparaciones, pero es inevitable mirar de reojo la facilidad con la que el Praga ha eliminado a las francesas (141-111 en el doble enfrentamiento) y da la sensación de que si el rival hubiera sido el Landes las opciones de las aragonesas se hubieran multiplicado.

No sucedió eso, sin embargo, y el Casademont tuvo que afrontar la eliminatoria ante el Bourges, por si fuera poco, sin Gatling, si referente en la pintura y su primer arma ofensiva. Además, los problemas físicos de casi todas las jugadoras y la dificultad que encontró el club (aunque incorporó a Evans) para reforzar al equipo hicieron que las de Cantero no llegaran en las mejores condiciones al doble duelo ante las galas.

El bloqueo y el apagón de los 20 minutos de la segunda parte en el Príncipe Felipe fueron a la postre la tumba en la que quedaron sepultadas, a pesar del enorme esfuerzo en Francia,  las opciones de un Casademont que se despide con la cabeza bien alta de la Euroliga, aunque sin fecha de regreso. 

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