Casademont Zaragoza: el mejor Sulejmanovic

El sábado hubo mucho que celebrar en el Príncipe Felipe, muchos aplausos, muchas ocasiones para ponerse en pie. La grada disfrutó de nuevo con su equipo y la espectacular victoria del Casademont Zaragoza sobre el Unicaja, coronando sobre todo a dos jugadores: Bell-Haynes, cuyas grandes actuaciones se cuentan a puñados, y Emir Sulejmanovic, un guerrero que hace de todo y casi todo bien. El bosnio fue despedido a gritos de «¡MVP, MVP!» y «Sule, Sule» de una afición entregada.

Su partido frente al Unicaja fue espectacular, pero nada sorprendente. Porque Sulejmanovic está haciendo una magnífica temporada y se ha convertido en una de las piezas fundamentales de este Casademont. Ha jugado de cuatro y de cinco con las bajas en esa posición y es el mejor pívot del equipo, el que más cerca del aro juega, el que más se brega en la pintura, sumando en puntos, en rebotes, en defensa y, sobre todo, en trabajo y garra.

El sábado firmó un doble-doble y batió su mejor marca de valoración en las 8 temporadas y 215 partidos que acumula en la Liga Endesa. Estuvo 28 minutos en la pista en los que hizo 18 puntos con 5/7 en tiros de dos y 2/3 en triples, capturó 10 rebotes, dio 2 asistencias, recuperó 3 balones y con él el +/- fue de 19 puntos. Total, 29 créditos de valoración, su máximo en la ACB desde que debutara con el Fuenlabrada en 2017.

Pero no es solo eso. Sulejmanovic está firmando la mejor de sus ocho temporadas en la Liga ACB, mejorando todos sus números, puntos, acierto de tres, rebotes, asistencias, recuperaciones y valoración. El interior bosnio está promediando 12,8 puntos, cuando en ninguna de las siete temporadas anteriores había llegado a la decena, 6,6 rebotes, 1,1 asistencias, 1,2 recuperaciones y 14,3 de valoración. Su mejor media eran los 10,6 créditos con los que terminó la temporada pasada. Tampoco antes había sido tan importante para un equipo, ahora juega de media 24 minutos por jornada, más incluso que en Bilbao (21).

Sulejmanovic es de esos jugadores que cualquier entrenador y aficionado quiere siempre en su equipo, con ese gen balcánico para la competitividad bajo cualquier circunstancia, que nunca baja los brazos, que no pone una mala cara, que no busca los focos sino el bien colectivo aunque ahora le estén señalando a él. Porque en una campaña con los problemas que ha tenido el Casademont en su juego interior, primero con la lesión de Dubljevic y luego con la salida de Bango, contar con ‘Sule’ es un seguro de vida para Porfirio Fisac.