La Marea Roja inunda el Príncipe Felipe

La Marea Roja tiene difícil explicación porque es una afición que no la tiene. La imagen del Príncipe Felipe y sus aledaños bañados del color rojo era auténticamente idílica y una muestra muy clara de que el papel de la grada iba y va a ser fundamental para que en las vitrinas haya otra Copa de la Reina. La unión entre el pabellón y las jugadoras es mágica e incluso onírica porque toda la gente esta unida y rema junta por el sueño de levantar otra vez el título en la capital aragonesa. No se puede explicar con palabras la sensación que se vive dentro del feudo de las zaragozanas, pero lo que es muy fácil de explicar es que si el Casademont se acaba alzando con el título este domingo, gran parte de ese mérito reside en su afición. «Ganar este año sería muy superior a cuando lo logramos en el 2023», indica una aficionada antes del choque. 

Desde una hora antes del comienzo del encuentro toda la afición estaba reunida en los aledaños del Príncipe Felipe disfrutando de una Fan Zone totalmente abarrotada y bañada por el color rojo de los fans del Casademont que ya estaban con los nervios y las ganas a flor de piel esperando a que diese rienda suelta la acción. «Todo esto va aseguir así durante estos días y la verdad es que esto no lo tiene el fútbol. Ojalá se pueda llegar a otra final y más viendo que ha caído el Valencia», indica un aficionado. La Marea espera que se llegue a las mismas instancias que en las dos últimas ediciones porque lo que más se desea es volver a sentir que grada y equipo son una misma alma en el pabellón. «Otra final aquí sería lo más bonito que habría y si se llega, está claro que hay que ganarla», afirma un pequeño fan. 

Cuando la pelota salío de las manos del árbitro y dio inicio el encuentro se sentía como uno de esos días en los que hay una jugadora más en la pista con todos los ánimos y cánticos proferidos al Casademont desde el primer minuto. Con las canastas iniciales del conjunto rojillo todo el pabellón vibraba al mismo compás y cuando el partido se empezó a poner feo para las aragonesas, aún se empezó a escuchar más a la afición para levantar a las suyas en los momentos difíciles y se empezó a escuchar desde todos los sectores: «Zaragoza nunca se rinde» sin parar con el objetivo claro de encontrar la reacción dentro de la cancha. Durante el descanso tampoco dejaron de animar y esto fue en aumento cuando salieron a calentar las de Cantero. 

En el momento en el que se reanudó el encuentro el ruido era ensordecedor desde todas las zonas del pabellón. Cada posesión del SPAR Gran Canaria era un auténtico infierno para las insulares porque los decibelios no paraban de aumentar con uno silbidos que eran como un auténtico martillo que no paraba de resquebrajar poco a poco el ímpetu de las canarias. Mientras que las de Cantero se iban comiendo a sus rivales con cada aplauso y ánimo desde la grada como si de una pócima mágica se tratase insuflando energías extras en las zaragozanas en cada jugada. 

Si en los instantes finales todo era una auténtica caldera, con la salida a pista de Helena Oma acabó explotando por los aires. La catalana fue recibida entre vítores y con cánticos de «MVP, MVP» por toda la afición. En el momento en el que restaban pocos segundos para el final toda la afición ya estaba celebrando el pase a semifinales sin parar de aplaudir y botar en sus asientos. Dando igual lo que acabe pasando hoy frente al Perfumerías Avenida, toda esta afición es de un equipo campeón.