CASADEMONT ZARAGOZA

Casademont Zaragoza: análisis de una eliminación

Un parcial que Cantero no frenó, la inexperiencia de la plantilla o la falta de encaje de algunas jugadoras, claves para que el Casademont se quede sin final

Mané, Mawul, Mariona Ortiz y Atkinson, durante la semifinal frente al Perfumerías Avenida.

Mané, Mawul, Mariona Ortiz y Atkinson, durante la semifinal frente al Perfumerías Avenida. / LAURA TRIVES

Zaragoza

El Casademont Zaragoza no pudo alcanzar su tercera final de Copa consecutiva, lo que realza aún más el mérito de las dos últimas temporadas y deja un sabor agridulce en el equipo, que vuelve a ver cómo el sueño se le escapa cuando lo tenía muy cerca, como la Final Six de la Euroliga. «Pensábamos que podíamos ganar la Copa», dijo Mariona Ortiz después de perder, mostrando que la ambición de las jugadoras es máxima sea cual sea la situación. Sin embargo, esta vez el equipo aragonés no pudo repetir la historia de 2023. Un parcial de 16-0 en la segunda parte ante el Avenida, la inexperiencia de algunas jugadoras, la falta de encaje de otras, los problemas para anotar y la exigencia física de la temporada y del torneo han sido las claves de esta eliminación.

Un parcial de 16-0 que Cantero no pudo parar.

Analizando exclusivamente el duelo de semifinales, el Casademont Zaragoza perdió ante el Avenida en los seis minutos entre el tercer y el último cuarto en los que encajó un parcial de 16-0 que el técnico no pudo o no supo parar. La salida de Evans de la pista fue la primera clave, pues la pívot fue la que más daño estaba haciendo a las salmantinas. El Avenida se puso por delante y Cantero lo paró con 45-41 a 3.22 para el final del tercer parcial, dando entrada además a Flores por Mariona. Con ese quinteto en pista, Flores, Mané, que entró poco después por Atkinson, Mawuli, Fraser y Hermosa, el Casademont no encontró la manera de anotar, fallando hasta los tiros libres, y el parcial fue creciendo y creciendo. En el último cuarto volvieron a pista Mariona, Atkinson y Evans, pero el Avenida aún logró un 4-0 de salida que aumentó el parcial a ese 16-0 y a un 58-41 que ya fue imposible de remontar. Entonces fue cuando Cantero pidió tiempo muerto. Esta vez la gestión del técnico tanto de los tiempos muertos (una seña de identidad del madrileño) como de las rotaciones no fue la más adecuada.

Una gran exigencia física en una temporada larga.

Tanto el nivel impuesto por el Perfumerías Avenida como el formato de la competición fueron de una gran exigencia física para un equipo que ha sufrido en este apartado toda la temporada tanto por la carga de partidos como por los problemas físicos y de lesiones que han ido mermando a la plantilla en diferentes momentos del curso. El Casademont llegaba a la Copa con dos fichajes recientes, Evans y Fraser, dos jugadoras recién salidas de problemas, Flores y Hermosa, y además le tocó el último turno de juego en cuartos de final, por lo que tuvo que disputar las semifinales solo 18 horas después.

La juventud e inexperiencia de buena parte de la plantilla.

El Casademont Zaragoza ha apostado este año por jugadoras jóvenes y de gran proyección, lo que implica también un grado de inexperiencia que ha pasado factura al equipo. El escenario, 10.500 personas, la exigencia de la competición, el listón tan alto, hicieron que en algunos momentos se encogieran las manos y los brazos de algunas jugadoras, a las que les costó encontrar su sitio y sus tiros durante la competición.

Un equipo con problemas para anotar parciales.

La confección de la plantilla de esta temporada tenía poco que ver con la pasada y la pérdida de una jugadora como Leo Fiebich, MVP de las dos últimas temporadas de la Liga Endesa, es un agujero demasiado grande. Porque este Casademont no ha encontrado esa fiabilidad en ataque que le daba la alemana y ha sufrido para encontrar puntos en muchos tramos de los partidos durante todo el curso. Aunque promedia 74 puntos por los 71 del año pasado, le cuesta mucho más hacer buenos parciales tanto para romper un partido como para remontarlo.

Piezas que no han terminado de encajar en el equipo.

Carlos Cantero ha dispuesto de una plantilla larga: doce jugadoras de la primera plantilla, sin canteranas ni huecos, tenía en las semifinales. Su rotación fue de diez de ellas porque se quedó sin minutos Helena Oma y hace días que ya no los tiene una Brcaninovic intrascendente todo el año. La bosnia es una de esas piezas que no han encajado en ningún momento. Tampoco lo ha hecho, por el momento, la última incorporación, Brianna Fraser, aunque en su caso todavía no lleva ni un mes en el equipo. A eso se suma el momento de forma de Ellen Nystrom, en un bache de acierto después de un notable inicio de temporada. 

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