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CASADEMONT ZARAGOZA

Casademont Zaragoza: cónclave de medianoche para corregir errores

El Casademont Zaragoza sufrió una inesperada y dolorosa derrota frente al Breogán que provocó una reunión del cuerpo técnico en la medianoche del mismo sábado en busca de soluciones. Los problemas defensivos en el balance y contra los jugadores grandes se repiten en este inicio de temporada.

Jesús Ramírez y Gonzalo García de Vitoria conversan durante el partido frente al Breogán del sábado.

Jesús Ramírez y Gonzalo García de Vitoria conversan durante el partido frente al Breogán del sábado. / PABLO IBÁÑEZ

Zaragoza

Así como la derrota en Badalona dejó cosas positivas, la del sábado ante el Breogán es de esos golpes inesperados que duelen especialmente. Un tropiezo en toda regla del Casademont Zaragoza que no enciende ninguna alarma pero sí obliga a poner soluciones. Y buena muestra de ello es que el sábado, casi una hora después del partido, al filo ya de la medianoche, el cuerpo técnico de Jesús Ramírez estaba reunido en el vestuario del pabellón Príncipe Felipe.

«Es un paso atrás pero hay que seguir trabajando. Duele que haya sido en casa, no es una sensación agradable. Quizás he confundido yo al equipo de que iba a ser una tarea fácil y tenemos que mejorar todos. Hay que hacer las cosas bien y no las hemos hecho», indicó el técnico de Granollers en la rueda de prensa posterior a la derrota (84-88). El técnico ya había advertido tras ganar al Falco en la FIBA Europe Cup de que el equipo necesitaba hacer más cosas bien y durante más tiempo.

No lo hizo frente al Breogán, donde le faltó la constancia habitual en defensa. Como frente al Falco, el rival consiguió muchos más puntos que el Casademont al contraataque, 20 por los 11 de los aragoneses. 18 consiguió el conjunto húngaro por los 5 del Casademont. En más de una ocasión fue porque a los jugadores zaragozanos les costó la transición defensiva. El sábado, la intensidad estuvo siempre del lado visitante. En el local no la hubo y, además, fallaron todas las propuestas para frenar a Russell, que hizo un roto al Casademont con sus 16 puntos.

Otro factor que se ha repetido ya es la debilidad interior. El Breogán anotó 17 canastas de 29 intentos debajo del aro, 34 puntos, por las 12 canastas en 23 tiros, 24 puntos, del Casademont Zaragoza. También sufrió el conjunto aragonés frente a los pívots de la Penya e incluso el Falco sacó rédito de los balones metidos a la pintura. Al equipo aragonés le está costando producir ahí pero, sobre todo, frenar a los grandes del rival.

Por fuera el Casademont Zaragoza se quedó sin muchas para abrir el campo. Más allá de Yusta, el más constante de este y de todos los partidos que ha disputado el equipo hasta la fecha, el Casademont no encontró un tirador fiable en ningún jugador. No lo fue Stevenson, aunque tuvo buenos tiros, no lo fueron los bases, que no están en su mejor versión, sobre todo un Spissu al que le está costando encontrar su ritmo tras el Eurobasket, no lo fue Joaquín Rodríguez que apenas tuvo minutos. Y los cuatros con los que cuenta ahora mismo Ramírez no se caracterizan precisamente por abrir el campo amenazando de tres.

Pese a todo, el Casademont Zaragoza fue mejor en el rebote (41-36), recibió más faltas y tuvo más tiros libres (33-22), y ganó también la valoración (97-89). Pero malas decisiones en momentos clave, y la puntilla que le dieron los árbitros en el tramo final, le llevaron a sufrir una derrota inesperada y dolorosa porque era uno de esos duelos en los que no se puede fallar, menos aún en casa. Bien lo sabe el propio Casademont, que desde el mismo sábado trabaja para corregir errores.

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