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Casademont Zaragoza

Vuelven los fantasmas cuando el Casademont Zaragoza visita Europa

Los aragoneses, tras su esperanzador inicio de curso, repitió en Dinamarca alguno de los errores que le han impedido avanzar rondas en la FIBA Europe Cup

Jesús Ramírez, entrenador del Casademont, en el partido de la FIBA Europe Cup frente a los Bakken Bears.

Jesús Ramírez, entrenador del Casademont, en el partido de la FIBA Europe Cup frente a los Bakken Bears. / FIBA

Zaragoza

Pesadilla en un viaje europeo. No es algo nuevo para el Casademont Zaragoza, que parece que hay algo en la FIBA Europe Cup que se le atraganta. Cada año empieza con la condición de favorito y una plantilla que debería imponerse sin problemas a la mayoría de sus rivales, pero los despistes ante rivales, en teoría, más débiles le acaban costando disgustos que, a la postre, minimizan sus opciones de llegar lejos.

El último ejemplo fue el del pasado miércoles cuando el Casademont perdió 90-78 frente al Bakken Bears, un conjunto danés que no tendría que haber supuesto demasiadas dificultades, principalmente por su menor físico en comparación con los jugadores del equipo zaragozano. Sin embargo, volvió a caer, después de sufrir más de la cuenta durante todo el partido. Una de esas derrotas que dejan la sensación de déjà vu.

Esta maldición no es nueva. En las dos ediciones anteriores, el conjunto rojillo arrastra un historial de decepciones en Europa. En la pasada 2024/25, ganó su primer partido, pero pronto volvieron a caer frente al Patrioti Levice en la segunda jornada. Aun así, consiguieron avanzar hasta los cuartos de final. Allí les esperaba el Cholet Basket, un rival galo que no les permitió levantar cabeza en Francia (90-71), tras haber empatado en el primer partido en el Príncipe Felipe (83-83).

En la 2023-2024, el Casademont firmó un balance de nueve victorias y cinco derrotas, pero la historia volvió a repetirse. Tras un inicio espectacular con cinco triunfos consecutivos, el equipo fue eliminado en los cuartos de final cuando se cruzó con el NINERS Chemnitz. El conjunto alemán no le dio ninguna opción cerrando ambos partidos con 64-98 en Zaragoza y 102-86 en casa de los germanos. Un golpe duro para una plantilla que aspiraba a levantar el trofeo.

Ahora, en esta edición de la FIBA Europe Cup, el equipo rojillo parece seguir el mismo camino. Lleva dos victorias y una derrota en la fase regular, un arranque positivo, pero con el sabor amargo de esa última caída ante el Bakken Bears que podría haberse evitado. Su próximo encuentro será el miércoles, 5 de noviembre, cuando visiten al Falco en Hungría, un rival al que ya vencieron en el pabellón Príncipe Felipe por 97-82 en el debut del torneo. Sin embargo, el verdadero reto, además de la victoria, será ganar y romper con esa tendencia a la eliminación europea.

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