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Casademont Zaragoza

El Casademont Zaragoza, un equipo a prueba de golpes

El Casademont se repuso ante el Girona del duro revés que sufrió en la Euroliga ante el Landes y no es la primera vez que las aragonesas se saben levantar esta temporada

Leite trata de armar un tiro ante la defensa de Holmes en el duelo ante el Girona

Leite trata de armar un tiro ante la defensa de Holmes en el duelo ante el Girona / Casademont Zaragoza | E. Casas

Arturo Pola

Arturo Pola

Zaragoza

Acaba de comenzar el mes de noviembre y se lleva poco más de un mes de temporada oficial, pero vaya cuántas cosas le han pasado ya al Casademont Zaragoza femenino. Muchas buenas y alguna mala. Sin embargo, cuando parecía que se torcían las cosas o han recibido algún golpe inesperado, las aragonesas han sabido levantarse del suelo y su reacción ha sido superior y con más fuerza que el traspié que había tenido.

Tres momentos de tensión y de dudas han tenido Carlos Cantero y compañía. El primero, el más alarmante. Por lo repentino, por lo impensado y, sobre todo, por lo que había en juego. Viajaba a la República Checa el Casademont para jugar la fase previa de la Euroliga ante el Zabiny Brno, un equipo correoso pero, a priori, inferior al zaragozano. Sin embargo, tras un cóctel de extraños y sorprendentes acontecimientos, el Casademont se vio 35 puntos abajo mediado el tercer cuarto y su participación por tercera vez consecutiva en la máxima competición internacional parecía ya una quimera.

Un buen final del partido de las aragonesas propició que la desventaja se redujera hasta los 21 puntos y esa fue la cifra que tenía que levantar en el Príncipe Felipe. Se conjuró el vestuario y se inició prácticamente al bajarse una operación remontada que se certificó en un gran partido del Casademont al calor de su afición. Por si fuera poco, el subidón de moral y de energía le ayudó para conquistar la Supercopa de España aplastando al Jairis y al Valencia Basket.

Levantarse

Primer susto más que superado. Fueron avanzando la competición con el viento a favor hasta que, en la visita del Venezia a Zaragoza, volvieron las curvas. Las italianas demostraron ser un señor equipo y en un partido de tú a tú el Casademont acabó cediendo su primera derrota en la Euroliga, doliendo especialmente al haber caído en el Príncipe Felipe. No le sentó nada bien a las de Cantero ese revés y en su siguiente partido perdió también su primer duelo en la competición doméstica. Nunca se le ha dado bien el pabellón de Maloste a las aragonesas y, a pesar de un gran inicio en el que el Casademont parecía sentenciar el partido, volvió a caer ante el Gernika. Las vascas se aprovecharon del cansancio y de la indecisión de las zaragozanas y con su contuntente victoria ante ellas (97-83) amagaron con provocar la primera crisis del curso.

Porque, además, el siguiente choque era ante un herido Mersin en tierras turcas. El arranque allí no pudo ser peor y el 11-2 inicial sí que encendió todas las alarmas. Sin embargo, fue en una cancha de malos recuerdos para las de Cantero donde consiguieron reencontrarse consigo mismas. El Casademont volvió por sus fueros y logró un triunfo de un enorme mérito ante el Mersin que parecía volver a encaminar su rumbo europeo.

Pero el tercer golpe llegó el pasado miércoles. El Basket Landes, al que ya había ganado el Casademont en Francia, dio la sorpresa y se llevó el gato al agua en el Príncipe Felipe. Si las galas habían podido con las de Cantero, asustaba la visita del invicto Girona. Pero por tercera vez en lo que va de curso, las aragonesas reaccionaron y se llevaron un partido que pintaba bastante feo. Si ha sido así se comprobará mañana, cuando las de Cantero tratarán de arrebatarles el botín que el Venezia se llevó del Felipe. El de Italia es uno de esos partidos que pueden marcar una temporada y el Casademont ha demostrado más de una vez que los días clave sabe sacar su mejor versión.

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