En el Camino de las Torres de Zaragoza, a la altura del número 22 edificio de la Tesorería General de la Seguridad Social, el bordillo practicado como separación del carril bici, se interna aproximadamente un metro en el paso de peatones. Si añadimos que su parte final está acabada de cemento y su color no se distingue mucho del de la carretera, tenemos como consecuencia que casi a diario hay tropezones. En muchos casos son personas mayores que han sido incapaces de distinguirlo y han acabado con lesiones ya que además, en su caida, son proyectadas contra el bordillo próximo de la acera, lo que agrava las consecuencias. También deambula mucha gente con problemas de movilidad, ya que está muy próximo a la fundación Disminuídos Físicos de Aragón.

Del hecho tienen constancia la Policía Local y el Ayuntamiento de Zaragoza, sin que parezca que se tome ninguna medida.

Les emplazo a comprobar estos datos y que ayuden a alertar mediante la publicación de los mismos, a los pocos vecinos que aún no sean conscientes del riesgo y a las instituciones competentes, las cuales me consta que actúan con mayor celeridad gracias a la difusión pública.