Un coche con su conductor muerto en el interior junto a la acequia de Pleitas, un pequeño municipio de la comarca de la Ribera Alta del Ebro. Ese fue el hallazgo que la Guardia Civil del puesto de Alagón realizó el pasado sábado tras una llamada de un ciclista. Apuntaba a un siniestro vial, pero pronto los agentes se dieron cuenta de que no. Llevaba un orificio de arma de fuego en la espalda. 

El Equipo de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Zaragoza ha iniciado una investigación para tratar de determinar esta muerte violenta. El aviso lo dio un ciclista, sobre las 08.30 horas, tras encontrarse un coche accidentado cuando discurría por el camino entre Pleitas y Bárboles, una zona rodeada de campos. Cuando lo vio, llamó inmediatamente a la Guardia Civil para alertar de lo sucedido. Fue en el momento del levantamiento judicial, según pudo saber EL PERIÓDICO, cuando los agentes descartaron que era un accidente o incluso un suicidio, puesto que la víctima tenía un disparo de bala por la espalda. 

Según las primeras pesquisas, la víctima, J. G. T., de unos 45 años y nacido en Valencia, pero que trabajaba y residía en la zona, recibió el disparo en el momento en el que iba al volante. Quedó herido mortalmente al instante, lo que produjo el accidente vial. 

¿Ajuste de cuentas?

Ahora, la Guardia Civil trata de saber si fue un disparo fortuito o si en realidad todo responde a un ajuste de cuentas en el que los autores de este asesinato eran conscientes de la ruta de la víctima, momento que aprovecharon para abartirle mortalmente. Esta última hipótesis es la que mayor fuerza tiene en la actualidad ya que la víctima mortal trabajaría de vigilante en un campo legal en el que se cultiva y se seca cáñamo. De hecho, los agentes trabajan con la hipótesis de que los autores de este crimen hubieran ido a robar marihuana y al ser sorprendidos por la víctima se hubiera producido algún tipo de enfrentamiento. Posteriormente se habría producido el tiro mortal. 

El hallazgo del cuerpo del joven se produjo el sábado por la mañana, si bien todavía se desconoce el momento en el que se produjo el crimen. Será la autopsia que se realice en el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) la que determine la hora y las circunstancias forenses que rodean esta muerte. 

Análisis del proyectil

También va a ser importante el análisis que Criminalística de la Guardia Civil va a realizar del proyectil empleado en esta muerte para determinar si responde a un arma registrada o a alguna del mercado ilegal del armas, o si pudiera haber sido empleada en otro asesinato o robo violento. 

Mientras se investiga el caso y para salvaguardar las pesquisas, la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Zaragoza, en funciones de guardia, acordó el secreto de las diligencias. 

Esta es la sexta víctima mortal violenta en lo que va de 2021 en Aragón. Katia y Hasna, asesinadas por sus exparejas sentimentales en Zaragoza y Barbastro forman parte de esta larga lista de crímenes ocurridos en la comunidad. El pasado año solo hubo uno.