La Guardia Civil habría puesto fin este martes a la oleada de robos de GPS de vehículos agrícolas que estaba afectando en los agricultores de la comarca oscense de Los Monegros en estos momentos de siembra. Ha detenido a tres personas, dos hombres y una mujer de origen rumano, que se habían especializado en este tipo de dispositivos cuyo precio oscila entre los 6.000 y los 12.000 euros. La investigación continúa abierta.

El arresto se ha produjo en una vivienda del barrio de Los Cuadrones de Sariñena, en las proximidades de la carretera A-230 en dirección Bujaraloz. Una zona escogida por los ladrones para una escapatoria en caso de ser descubiertos que no han podido llevar a cabo gracias a la rapidez de actuación de los agentes del instituto armado.

UAGA alertaba la última semana de julio, por vez primera, de la ola de robos que se estaban produciendo en el campo y cuyo objetivo eran los sistemas de radionavegación que llevan incorporados los tractores y cosechadoras para facilitar las labores de siembra, aplicación de tratamientos y cosecha. En los últimos días, coincidiendo con el momento álgido de la siembra del cereal de invierno, las denuncias de robos se han ido intensificando principalmente en la provincia de Huesca, siendo los agricultores de la Comarca de Monegros los más afectados.

Por esta razón, UAGA exigió la pasada semana a la delegada del Gobierno en Aragón y a la Guardia Civil que abrieran rápidamente una investigación que permitiera determinar dónde se estaban vendiendo los GPS robados, si existe un mercado de segunda mano en España o se envían a otros países. El secretario provincial de esta organización agraria en Huesca, David Solano, lamentó que “se están produciendo muchos robos en una época en la que en el campo hay mucho trabajo y no entendemos cómo no se pilla a las personas que cometen estos robos y que son personas que conocen muy bien nuestro trabajo, nuestras explotaciones y cómo dar salida a los productos robados”.

La creciente demanda de sistemas de autoguiado por parte de los agricultores para reducir el solapamiento en las pasadas del tractor por la parcela y economizar así gastos de producción, sumada a la escasez global de chips semiconductores, ha provocado un desabastecimiento de GPS. Por ese motivo, UAGA informa de que estos robos además de la pérdida económica directa, implica para los afectados un importante perjuicio en las labores agrícolas. En este punto, Solano ha señalado que “a parte de la pérdida económica de los GPS robabos, que dependiendo del fabricante puede oscilar entre los 6.000 y 12.000 euros, en este momento es muy difícil reponerlos y estamos en plena campaña, con lo cual la afección en la producción también es importante”.

Para poner coto a estos robos, UAGA ha venido aconsejando a los agricultores que tengan equipos de geoposicionamiento, que los recojan y guarden al terminar la faena en el campo. Por último, la organización recomienda a todas las personas que vayan a comprar un GPS de segunda mano, solicitar la factura al vendedor o una garantía del origen de ese equipo.