Está en pleno centro de Zaragoza y rodeada de edificios oficiales como la sede del Gobierno de Aragón, las oficinas centrales de Hacienda, del museo Pablo Serrano, del centro de especialidades Ramón y Cajal y hasta de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, pero estacionar en esa calle conlleva un alto riesgo de ir a buscar el coche y que una de sus ventanas esté reventada porque han robado en el interior del vehículo. Se trata de la calle Doctor Fleming, entre el paseo María Agustín y la plaza Forqué.

Este fin de semana se han denunciado dos, pero la cifra podría haber sido todavía mayor si no llega a ser por el puente festivo en el que muchos zaragozanos han abandonado la ciudad. El botín no suele ser alto, de hecho en uno de ellos el dueño solo echó en falta un billete de 20 euros que tenía en el interior, pero el destrozo de perder la ventana eleva el coste, más aún en los casos en los que los propietarios no tengan seguro a todo riesgo.

El modus operandi es siempre el mismo: la rotura de una ventanilla, generalmente una de las dos traseras, con un objeto romo que hace añicos el cristal. Una vez salvado ese escollo, el ladrón o ladrones acceden al interior y sustraen lo que se precie. Dejar cargadores de telefonía móvil o herramientas a la vista es poco recomendable, según fuentes policiales consultadas, puesto que suelen ser objetos codiciados por los amigos de lo ajeno que solo buscan poder revender los objetos sustraídos previamente.

Aunque este tipo de hechos delictivos están siendo escalonados, hace un par de años se produjo allí una verdadera oleada. En una madrugada los ladrones rompieron media docena de lunas y se llevaban las radios. Esta conducta está castigada con penas de hasta cinco años de prisión. Quienes compren los objetos también incurren en un delito de receptación, penado con hasta dos años de cárcel.

En lo que va de año, solo en la ciudad de Zaragoza, se han denunciado 126 robos en vehículos, un 53,7% más que el año anterior, según el último balance de criminalidad realizado por el Ministerio del Interior.

La semana pasada un agente de la Policía Nacional fuera de servicio permitió detener a una persona cuando intentaba robar en una furgoneta en el zaragozano barrio de La Almozara. Los hechos sucedieron en torno a las 00.30 horas, cuando el agente, observó a un varón merodeando alrededor de una furgoneta. Tras comprobar que el sospechoso intentaba forzar las cerraduras, el agente decidió llamar al 091, momento en el que el varón arrojó una gran piedra sobre la ventanilla del vehículo.