La especial facilidad para manipular y adoctrinar a jóvenes de edades entre los 14 y los 17 años y, tal y como reconoce la Fiscalía, que la ley «es más benévola» con los menores, llevó al coro de Zaragoza de los Dominican Don’t Play (DDP) a captar a adolescentes para el tráfico de drogas, uno de los sistemas de financiación de la banda. También eran importantes en las reyertas con machetes con la banda rival Black Panther. En la macrooperación policial llevada a cabo en Zaragoza fueron detenidos 14 adultos y ocho adolescentes. Estos afrontan ahora una pena de 13 años de internamiento en un centro de menores.

El ministerio público considera que todos ellos formaban parte del coro de Zaragoza y por lo tanto deben ser condenados como autores de un delito de pertenencia a banda criminal.

De los ocho destacan dos porque no es la primera vez que se van a sentar en un banquillo de los acusados. De hecho, fueron condenados por su participación en el asesinato de Sami Hamidi, ocurrido en noviembre del 2018 en la calle Princesa de la capital aragonesa. Se trata de Francisco Manuel G. S., alias Kiko, quien acabó con la vida de la víctima de un machetazo, defendido por el abogado Alejandro Giménez, y de Joselito G. R., que le entregó el arma blanca. El primero fue condenado a ocho años de internamiento, mientras que el otro fue castigado con cinco años.

Siempre se sospechó que la muerte violenta de Hamidi respondía a una prueba de acceso a los DDP, pero la Policía Nacional no pudo probarlo entonces. Tras la nueva investigación con la que la Brigada de Información de la Jefatura Superior de Policía de Aragón trató de desmantelar la banda, no hay dudas. Lo reconoce el ministerio público en el escrito al que tuvo acceso EL PERIÓDICO DE ARAGÓN en el que se destacan los pinchazos telefónicos de Kiko con Miguel Santiago L. V., alias Colombianito, que era, supuestamente, el principal encargado de la captación y adiestramiento de los menores.

De hecho, los agentes intervinieron un teléfono móvil introducido de forma irregular en el centro de menores de Zaragoza en el que cumplen condena Kiko y Joselito, perteneciente a la madre del primero, en el que analizaron una serie de conversaciones que les relaciona claramente con los DDP. En una de ellas, incluso se habla de la candidatura de Kiko a ser el futuro dirigente del coro de Zaragoza de los Dominican Don’t Play «en cuanto salga del reformatorio». Una papel en el que no quedará claro qué sería del presunto cabecilla, según la Policía, Steven Guarionex Vasquez, alias Biwan, si bien estaría ligado a «cómo van a salir los menores sin los mayores».

Latin Kings

Entre las filas adolescentes de esta banda destacan dos hermanos, B. A. M. R. y C. M. R. conocidos bajo el alias Rabia y Flowpiquete, que, pese a proceder Madrid y formar parte de los Latin Kings, viajarían a Zaragoza para actuar en reyertas con bandas rivales. La Policía los ubica en riñas tumultuarias en el parque Delicias, en el de La Memoria, en el de La Granja y junto al pabellón Príncipe Felipe.

Pero de todos, incluso más allá de Kiko resalta un menor, según la Fiscalía. Es K. R. H. R., alias Minijumpy, al que se le considera «uno de los más destacados en el entramado de la organización al ser el menor de más confianza» del captador de niños. De hecho fue detenido junto a Colombianito en el intento de homicidio de uno de los miembros de la banda rival Black Panther. «Dentro de sus funciones en la organización también se ha observado que realiza transacciones de droga», recalca la acusación pública.

En la investigación llevada a cabo por la Policía Nacional también hay un menor, M. J. A. Q., alias Demon, a quien el cabecilla del coro de Zaragoza, supuestamente, le pedía que vigilara y grabara a miembros de los Black Panther para identificarlos. Este también le animaba a que comprara un chuzo, que es como denominan a los cuchillos para defenderse ante su temor a ser reconocido.

Los 14 mayores de edad del coro de Zaragoza afrontan casi 80 años de prisión.