A sus 59 años, tras medio siglo de silencio, Miguel ha llevado a cabo lo que él llama «un acto de rebeldía»denunciar públicamente por primera vez en su vida que sufrió supuestos abusos sexuales por parte de religiosos en su época de alumno del Colegio Salesianos de Zaragoza, a finales de los años 60

«Don Félix, el tutor, me obligó a masturbarle cuando yo tenía 7 años», explicó ayer Miguel en su piso de Valdefierro. «Y en otra ocasión don José Antonio me llamó a su despacho, me tocó los genitales y puso una de mis manos en los suyos, sobre el pantalón», relató. «En cuanto pude zafarme, me eché a correr por los pasillos como un loco, hacia la puerta del centro, sin importarme las consecuencias, los castigos que me iban a caer por mi actitud», detalló.

Ahora, esos recuerdos son los que más veces vuelven a su memoria, por encima de «los terribles castigos corporales y las humillaciones», porque le dejaron marcado de una forma que nunca ha podido superar del todo.

Testimonio de Miguel, una víctima que reconoce necesita hablar y contar Jaime Galindo

Por eso ha llegado el momento en que necesita hablar, explayarse, contar lo que le hicieron a él y a sus compañeros de clase «aquellos depredadores sexuales»: don Félix y don José Antonio. De don Juan, otro enseñante, afirma «que empleaba el mango de una campana de metal para pegar a los niños».

"Nunca se lo dije a mis padres"

Curiosamente, cincuenta años más tarde, Miguel todavía se refiere a sus antiguos profesores con ese «don» de cortesía que se estilaba en los años postreros del franquismo. Además, él era un alumno respetuoso y un buen estudiante que figuraba en el cuadro de honor. Pero no le sirvió de nada. Le alcanzaron las bofetadas y tampoco se libró de los abusos sexuales.

 «Lo que ahora cuento nunca se lo dije a mis padres», reconoció. «En casa no podía contar nada ni hablar de lo que me pasaba en el colegio», añadió. «Era otra época y mis padres hubieran salido con que eso seguro que me ocurría porque ‘algo había hecho mal’, que era la explicación que los adultos daban entonces a las brutalidades que soportábamos en el colegio», manifestó. «La culpa era siempre nuestra».

Algo que le causó una viva impresión fue la «violación» que sufrió su «mejor amigo». «Me contó que, estando en un campamento de verano, dentro de su tienda de campaña, entró don Félix y lo penetró».

Miguel, con 7 años, en una imagen con la bata del colegio y un Niño Jesús en brazos.

Miguel, con 7 años, en una imagen con la bata del colegio y un Niño Jesús en brazos. SERVICIO ESPECIAL

"Siento horror cuando paso ante el colegio"

Con el paso del tiempo, Miguel ha llegado a la conclusión de que el largo silencio que su generación ha guardado se debe a que ellos mismos se sentían culpables. «A esas edades, entre los 7 y los 10 años, nos considerábamos responsables de lo que nos pasaba», afirmó.

Además también influía el peso que la religión ejercía sobre la sociedad, «ese miedo al fuego eterno que nos inculcaban durante años y años, hasta obsesionarnos». De toda esa terrible experiencia a Miguel le ha quedado un «miedo» que no se va. «Cada vez que voy al Clínico y paso por delante del colegio siento el horror de aquellos años». Los recuerdos, dijo, se le agolpan en la cabeza y revive la pesadilla en la que vivió durante su lejana infancia.

 El testimonio de Miguel, realizado al margen del sistema judicial, coincide con que las fiscalías autonómicas han informado a la Fiscalía General del Estado de la existencia de 62 causas sobre abusos sexuales a menores en congregaciones, colegios o cualquier otra institución religiosa, dos de ellas en Aragón.

Te puede interesar:

 En un oficio del pasado 31 de enero, el órgano de gobierno de los fiscales dio un plazo de 10 días a los 17 fiscales superiores autonómicos, que se cumplió ayer, para el envío de toda la documentación relativa a procedimientos «incoados tanto en sede judicial como fiscal». 

Para denunciar casos de agresiones sexuales en colegios de Aragón puede contactar con EL PERIÓDICO DE ARAGÓN llamando al 976 700 400 o enviando un mensaje a eparagon@elperiodico.com