Dos noches estuvo en los calabozos un joven de Zaragoza, después de que una chica le acusara de haberla agredido sexualmente en los baños portátiles instalados en el parque Delicias. Ocurrió durante las Fiestas del Pilar de 2018 y el ayuntamiento de la capital, tal y como establece su protocolo, paró los festejos en repulsa. Sin embargo la denuncia resultó ser falsa y la joven Abyuli Vargas acaba de ser condenada por un delito contra la Administración de Justicia. Deberá indemnizar a la víctima con 2.000 euros.

La magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 4 de Zaragoza señala que en el transcurso de la instrucción, la autoridad judicial comprobó que la encausada y su pareja habían convocado en el parque al joven denunciado porque mantenían un conflicto previa por la realización de unos grafitis, profiriéndole amenazas de muerte desde el perfil de Instagram de la joven.

Dichas conversaciones fueron comprobadas en el juzgado por una magistrada, el fiscal y la secretaria judicial el día que pasó a disposición judicial el detenido y que conllevaron la inmediata puesta en libertad de este chico, defendido en aquel momento por la abogada Olga Oseira, quien, tras demostrar que era todo falso, instó el procesamiento de Abyuli Vargas y la sentó en el banquillo. La Fiscalía se unió en la acusación.

Durante el juicio por denuncia falsa, la encausada insistió en que aquella noche fue agredida sexualmente y que su novio la defendió golpeando al joven que fue arrestado con un palo. Pero la jueza que ahora le condena señala que la versión de Abyuli Vargas resultó ser contradictoria y, cojugándola con el resto de pruebas objetivas, completamente inverosímil.

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Protestas en repulsa a la agresión ocurrida en Zaragoza ÁNGEL DE CASTRO

 

La jueza firmante de la sentencia señala que la acusada «era conocedora de la persona a la que acusaba, aunque no lo conociera físicamente como afirma, pues ni por el lugar en el que se encontraba en actitud de espera, ni por la hora, podían desconocer quién era». Y es que le habían mandado unos mensajes para citarse ahí y discutir.

Pero va más allá y ve dolo en el hecho de interponer una denuncia y borrar a continuación toda conversación entre la denunciante y el denunciado que les relacionaba.

Durante el juicio contra esta joven declaró a su favor su novio, previa advertencia de obligación de decir la verdad en su condición de testigo. Declaró en favor de su novia y ahora la magistrada acaba de acordar deducir falso testimonio. El fallo no es firme y la defensa, ejercida por Mercedes Octavio de Toledo, puede recurrirla.