Los vecinos de la calle Dato, en el centro de Zaragoza, han pedido a la Delegación de Gobierno que destaque una patrulla de Policía "de forma permanente" en la zona durante los fines de semana "para evitar actos de vandalismo" y "conductas delictivas".

Tras reunirse con la delegada en la comunidad, un residente en la calle Dato explica que "el gamberrismo ha ido a más estas últimas semanas". "Un local de ambiente latino se ha convertido ahora en un lugar de reunión para la comunidad africana y se forman tumultos que causan muchos trastornos a los vecinos durante la madrugada", explica.

Cristal roto en un portal de la calle Dato, el pasado fin de semana. SERVICIO ESPECIAL

Cristales rotos

"Hace pocos días, el pasado fin de semana, de hecho, rompieron el cristal del portal", continúa ."Eso es solo una pequeña muestra de lo que ocurre, pues al ruido hay que sumar la basura que queda en la calle y las peleas y altercados casi continuos", indica el residente, que ha preferido mantener el anonimato.

"No se debe olvidar que en esta zona, en cuestión de unos años, han ocurrido dos muertes violentas, por eso hay que extremar las medidas de protección", señala el residente.

El problema, sostiene la asociación de vecinos, es que Disciplina Urbanística, dependiente del ayuntamiento, y la Delegación del Gobierno se pasan de uno a otro la responsabilidad sobre el problema, sin que ninguna de las dos instancias públicas actúe para corregirlo.

Pisos en venta

"El resultado es que los que vivimos aquí nos sentimos desamparados hasta el punto de que más de una familia ha puesto en venta su piso", añade el mismo residente.

La calle Dato, entre la Gran Vía y el paseo de Teruel ha vivido un proceso de degradación estos últimos años debido a la proliferación de locales nocturnos de ambiente juvenil que atraen a numerosos usuarios, en particular los fines de semana.

A menudo, los altercados se producen en el exterior de los pubs, han manifestado los propietarios de los negocios de hostelería en múltiples ocasiones, por lo que ellos también se consideran perjudicados por la afluencia de un tipo de clientela que ahuyenta a otros posibles usuarios.