Nunca pudo haberse imaginado que el hombre con el que se casó y con el que tuvo dos hijos acabaría violándola tras negarse a mantener relaciones sexuales esa noche. Ocurrió, según denunció la víctima vecina de Zaragoza, en septiembre del año pasado y él va a ser juzgado próximamente. Afronta una condena de diez años y medio de prisión.

Los hechos se remontan a la madrugada del 18 de septiembre del año pasado. Según denunció la mujer, el acusado y ella, se encontraban durmiendo en camas separadas en el interior del referido domicilio cuando Marcos A. M. le propuso a su esposa mantener relaciones sexuales, negándose ella y dándose la vuelta para seguir durmiendo.

Respuesta que no le gustó al encausado, quien, supuestamente, se metió en la cama de ella, le arrancó la ropa interior y la violó sin preservativo. La víctima se despertó sobresaltada ante ello, intentando quitarse al acusado de encima, e iniciándose así un forcejeo entre ambos en el curso de la cual el acusado le propinó, presuntamente, un golpe en la cabeza a la mujer a la vez que la sujetaba fuertemente por los brazos, consiguiendo así finalizar.

El abogado de la víctima, Alberto Peiró, apoya su acusación en el informe realizado por Científica de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que pudo identificar el ADN que dejó en la víctima como el del ahora encausado. Pero no solo eso, sino que presenta lesiones en los brazos y en la cabeza por el esfuerzo que intentó realizar para zafarse de él.

Libertad vigilada

La Fiscalía también se apoya en las mismas pruebas para solicitar dicha pena privativa de libertad por un delito de agresión sexual. Asimismo, solicitan ocho años de libertad vigilada y la prohibición de aproximarse a menos de 200 metros respecto al domicilio, lugar de trabajo o lugar donde se encuentre la mujer, así como a no poder comunicarse con ella por cualquier medio, directa o indirectamente, durante un período de 11 años y seis meses.

Durante la instrucción, Marcos A. M. aseguró que no hubo ningún tipo de violación, sino que fue sexo consentido y que ella le pegó a él por eyacular de manera precoz. De ahí que se enzarzaran a golpes.

Fueron tales los gritos que la niña que dormía en la habitación con la pareja se despertó. En ese momento, según la denunciante, el encausado la cogió en volandas mientras la amenazaba con quitarle la niña. Todo ello previa patada en el abdomen puesto que la mujer trató de arrebatarle a la menor para que la dejara en paz.

La detención se produjo en el rellano del edificio situado en la avenida San José de la capital aragonesa. Antes había llamado la mujer a la sala del 091 de la Policía Nacional, alertando de lo que acababa de pasar y que su esposo se había marchado corriendo al advertirle ella que iba a pedir ayuda.