Con los precios del gasoil disparados por encima de los 2 euros los amigos de lo ajeno se han fijado en los depósitos de combustible de camiones, tractores y cosechadoras para surtirse sin coste alguno. Unos robos que cada día van a más y que han hecho que incluso los transportistas decidan realizar los viajes con el diesel justo para hacer el viaje, ni un kilómetro más. Las otras víctimas, los agricultores tienen una menor incidencia gracias a que su carburante está teñido de rojo.
"Es un gran problema si llenamos todo el depósito con unos 1.200 litros de gasoil, le hacen un agujero con un taladro y nos lo vacían, porque solo hace falta sacar la calculadora y hacer la cuenta del roto económico que nos generan", afirma el presidente de Tradime, José Antonio Moliner, quien destaca que tanto él como sus compañeros ajustan el llenado a sus rutas. "Yo suelo ir mucho a Pamplona y en el surtidor pongo los 150 kilómetros de distancia para ir y ya echo de nuevo para volver. A uno le fastidian el mes si le roban el gasoil", añade este transportista. Al coste propio de la pérdida de este oro líquido hay que sumar "el destrozo al bolsillo que provocan cuando hacen el agujerito, ya que hay que llevarlo al taller y dejar de trabajar durante un tiempo".
Unos inconvenientes que, según Moliner, se evitarían "teniendo párkings seguros para camiones y tráilers". "Hemos pedido por activa y por pasiva que necesitamos un lugar en Zaragoza en el que dejar nuestros vehículos en un emplazamiento vigilado e irnos a descansar, porque parece que a algún político se le olvida que merecemos dormir en una zona que no sea la cabina en la que horas antes hemos conducido", afirma. De ahí que ponga en valor la moción aprobada por el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza, que salió con el apoyo de PP, CS y Vox, para que el Párking Norte de la Expo, cuyos suelos pertenecen al Gobierno de Aragón, se conviertan en el aparcamiento oficial del gremio. «Ese emplazamiento sería perfecto porque hay varios hoteles cerca y el centro de la ciudad está a un paso», afirma Moliner, quien destaca que sería necesario instalar cámaras de videovigilancia para disuadir a los ladrones.
Los agricultores aún se lo esperaban peor
Los agricultores también sufren estos robos, aunque, tal y como reconoce José María Alcubierre, secretario general de UAGA Aragón, «la previsión que teníamos era peor». «Imagino que el hecho de que nuestro gasoil sea rojo hace que los ladrones se lo piensen dos veces, pero ha habido que comunicar a la Guardia Civil varios robos en zonas como Los Monegros o en María de Huerva», asevera. Al igual que ocurre con los camiones, la gran capacidad de los depósitos de los vehículos agrícolas son un imán para los ladrones. Un tractor suele tener unos 600 litros, dependiendo de los cavallos, mientras que una cosechadora es lo más parecido a un camión y suelen dormir en los campos tras una larga jornada de trabajo.
Muestra de este aumento de robos es que en una semana la Policía Local de Ejea sorprendió a dos hombres, en días diferentes, con garrafas y gomas para hacer los trasvases de combustibles. A uno de ellos le intervinieron nada menos que 17 botellas de 25 litros. Todo ello en el marco de un dispositivo especial de vigilancia que activaron ante el aumento de denuncias de robos de este tipo en esta zona de las Cinco Villas.
