La Guardia Civil investiga en Caspe a tres hombres por su presunta implicación en una estafa de 95.000 euros. Uno de ellos es el presunto autor de los hechos y otros dos son receptadores de parte del dinero estafado, según las pesquisas de la Benemérita. Al primero se le imputa un delito de estafa y a los otros dos, un delito de receptación. Dos de ellos tienen domicilio en Pina de Ebro (Zaragoza) y otro en la Comunidad de Madrid.

A finales del mes de marzo una persona interpuso una denuncia Caspe en la que comunicaba haber sido víctima de un supuesto delito de estafa en la localidad de Pina de Ebro. Según el denunciante, un amigo suyo le pidió recibir una transferencia bancaria a su cuenta personal ya que esa persona tenía un pequeño problema con su cuenta bancaria y no podía recibirla. Allí recibió más de 6.000 euros, en lugar de los 600 que su amigo le había comunicado que iba a recibir. Era uno de los receptores del dinero.

Ante esta solicitud el denunciante procedió a la extracción de 1.500 euros de la cuenta (cantidad máxima diaria que le permitía el contrato con su entidad) y para obtener el resto, contactó un conocido suyo residente en Madrid, al que le dijo iba a hacerle una transferencia bancaria por importe de 1.500 euros para que esa persona le hiciera nuevamente otra transferencia pero a una cuenta bancaria diferente, así conseguiría extraer ese mismo día el dinero desde la otra entidad. Acciones que supuestamente se llevaron a cabo el mismo día.

Una entrega menor de la prometida

Una vez obtenido el dinero en metálico, el denunciante hizo entrega sólo de 1.500 euros al amigo que le pidió el favor en un primer momento, pero al día siguiente de realizar esta entrega el perjudicado recibió un aviso de la entidad bancaria donde había recibido la transferencia de los 6.000 euros reclamándole íntegramente dicha cantidad, ya que ese dinero pertenecía a una persona con domicilio en una localidad de la Comunidad de Madrid que había interpuesto una denuncia tras haber sido víctima de una estafa en la que le habían sustraído una importante cantidad económica a través del método. Además, los 3.000 euros que quedaban todavía en la cuenta del denunciante, tras recibir la sospechosa transferencia, fueron bloqueados por la entidad bancaria para no poder hacer uso del importe.

Ante esta denuncia, iniciaron una investigación que permitieron corroborar las sospechas de los agentes de que esta persona no se trataba de una víctima sino de una persona implicada en un delito de estafa. La Guardia Civil se puso en contacto con la víctima de la estafa denunciada en Madrid quien comunicó a los investigadores que la cantidad económica estafada ascendía a 95.000 euros. Ese dinero se lo sustrajeron a través de varias transferencias en diferentes días a principios del mes de marzo.

"Mulas económicas"

Finalmente, se ha logrado identificar a la persona que había cometido la estafa, tratándose del amigo que pidió el favor al denunciante de Caspe de recibir la cantidad económica en su cuenta, y que residía en Madrid. Además se obtuvieron indicios de que el perjudicado como víctima de estafa que inició esta investigación, no se trataba de una víctima sino que había actuado como una de las “mulas económicas” que recibiría parte de los 95.000 euros estafados y que, al percatarse del aviso del banco de que el dinero que habría recibido en su cuenta procedía de un ilícito penal, presentó una denuncia como víctima para evitar que fuera descubierto en esta trama.

La tercera persona implicada sería el conocido de este receptador al que habría enviado los 1.500 euros que supuestamente le habría devuelto en una nueva transferencia, pero que tras la investigación se corroboró que no fueron entregados, sino que se los quedó en su poder, cometiendo con ello un presunto delito de receptación.