Caso Abierto - El Periódico de Aragón

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SUCESOS EN ARAGÓN

El peluquero acuchillado en Zaragoza niega haber abusado de su agresor

Su último recuerdo es una cerveza antes de verse envuelto en el apuñalamiento | También asegura que no le drogó ni tampoco actuó como traficante de droga

Manchas de sangre en el descansillo de la vivienda. EL PERIÓDICO

Una cerveza y M. A. V. P. ya no recuerda nada más hasta el momento en el que se vio envuelto en un apuñalamiento. Este es el último y primer recuerdo que tiene el peluquero del barrio de Delicias que fue acuchillado en el interior de su vivienda el pasado mes de agosto y que ya fue enviado a prisión por un delito de agresión sexual hacia quien le cosió a puñaladas. El peluquero ha negado haberle agredido sexualmente, así como también ha negado haberle drogado y actuar como traficante de droga. Además, ha admitido guardar una relación de amistad con él, a pesar de que el agresor explicó que le había conocido aquella noche cuando, tras haberle comprado algo de cocaína, se acercaron al piso de la calle San Antonio Abad para adquirir más cantidad y seguir consumiendo.

El abogado del apuñalado, Joaquín Tortajada, va a solicitar hoy el inmediato ingreso en prisión del agresor. Como ya adelantó EL PERIÓDICO, los investigadores hallaron en el interior del número 60 de la calle San Antonio Abad cocaína, un billete enrollado para esnifarla y tres medicamentos que provocan somnolencia: Diazepam, Lidocaína y Zoldipam. Al parecer, el peluquero habría conseguido, presuntamente, someterle químicamente, tal y como aseguró el autor de las puñaladas en su declaración inicial ante la Policía Nacional.

El autor cosió a puñaladas a la víctima, si bien cuatro de ellas fueron destacadas por su entidad, especialmente la que estaba cercana a la carótida. El resto las presentaba en brazos y torso. Pese a la brutalidad del ataque, el hecho de que fuera asistido rápidamente por los sanitarios tras pedir ayuda a sus vecinos conllevó su pronta recuperación

La voz de alarma la dio una vecina que, al escuchar los gritos, no dudó en llamar a la sala del 091, que desplazó hasta allí varias patrullas de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana. Nada más llegar, los agentes vieron manchas de sangre en el portal y al adentrarse en el mismo observaron a un hombre completamente ensangrentado que solo vestía un tanga. El hombre estaba consciente en ese momento, afirmando a los policías que estaba dormido cuando, de repente, un amigo suyo se abalanzó sobre él y le apuñaló.

En paralelo, unos uniformados activaron el protocolo de búsqueda del sospechoso y otros realizaron una inspección ocular en el interior del domicilio, observando múltiples restos de sangre en el hall de la vivienda, donde también había un cuchillo ensangrentado. Rápidamente pudieron determinar que el apuñalamiento se produjo en la cama del dormitorio principal porque las sábanas estaban empapadas en plasma

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