Caso Abierto - El Periódico de Aragón

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SUCESOS EN ARAGÓN

La autopsia del crimen de la calle Alegría en Zaragoza revela la brutalidad en el ataque

La jueza instructora convierte la causa en un juicio con jurado

Restos de sangre en el rellano en el lugar del crimen. EL PERIÓDICO

Cuatro meses han pasado ya del asesinato de Cristina, de 32 años, a manos de su vecino de rellano en la calle Alegría de Zaragoza. En todo este tiempo, los especialistas del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa) han estado analizando todas las heridas que presentaba la joven, concluyendo la brutalidad en el ataque. La víctima trató de defenderse con sus propias manos para evitar que le cosiera a puñaladas su agresor.

De forma gratuita, Adil Lazizi, un prófugo de la Justicia que se ocultaba en el piso contiguo al de la joven, le asestó 25 cuchilladas. Es la cifra que los forenses han podido contabilizar y de la que destacan una decena en sus extremidades superiores. Las especialistas no dudan de que fue la forma en la que Cristina intentó repeler el ataque. A ello se suma las contusiones que presentaba de los golpes que mantuvo con su asesino.

Un análisis, el realizado por las médicos legales que firman el informe al que tuvo acceso este diario, que podría servir a la acusación que ejerce el abogado Rafael Ariza para acusar al sospechoso de un delito de asesinato al entender que hubo un ensañamiento. Y es que todas ellas sin excepción, según la autopsia, conllevaron una «intensa hemorragia aguda» que le provocó un shock hipovolémico.

A ello hay que añadir que, según la investigación realizada por el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, el ataque fue totalmente sorpresivo y premeditado puesto que ocurrió cuando la víctima accedía a su vivienda y Adil Lazizi llevaba unos guantes de látex en las manos para no mancharse. No contaba con la resistencia de Cristina que no solo se defendió, sino que incluso salió al rellano a pedir ayuda. El homicida ya no pudo marcharse del lugar puesto que pronto llegaron los agentes. Eso sí, antes intentó cortarse en el abdomen para alegar que todo lo inició la fallecida, quien se le había insinuado anteriormente. Fue lo poco que recordó durante su declaración en la que estuvo asistido por sus abogados, Carmen Sánchez Herrero y Luis Ángel Marcén.

Una serie de pruebas que ya ha recibido la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Zaragoza y que ha decidido convertir la causa en un juicio con jurado. El 3 de octubre se definirán los delitos a los que se enfrenta Adil Lazizi que ya fue condenado a 21 años por coser a puñaladas a una chica francesa con la que pretendía tener relaciones sexuales en una vivienda de Madrid. Fue en el 2001.

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