La magistrada titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Calatayud ha acordado la prisión provisional del padre y del abuelo que secuestró el pasado jueves a su bebé de 13 meses en el Monasterio de Piedra, en la localidad zaragozana de Nuévalos.
Este joven de 28 años y de origen español identificado como D. P. G. fue arrestado en Parla junto al abuelo del menor, G. P. G. y de 67 años, quien también pasará la noche en la cárcel de Zuera. El tercero de los detenidos, M. A. C. G. y de 34 años, ha quedado en libertad como cooperador necesario, ya que fue en ese casa de Parla, al sur de Madrid, donde se refugiaron hasta que la Guardia Civil les localizó.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 18.44 horas en el aparcamiento del conocido parque natural, tras una llamada de alerta al 112 SOS Aragón por parte de la prima de la madre, una joven de 28 años y natural de Ibiza, que realizaba turismo junto a su familia en el monasterio. De hecho, tal y como adelantó EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, fue una publicación en las redes sociales de la madre del bebé lo que le puso sobre la pista al secuestrador.
Este se presentó junto a su padre y le arrebataron el bebé a la madre, tras forcejear. De hecho, el niño sufrió unos rasguños en uno de sus minúsculos brazos ante la fuerza ejercida por los sospechosos para quitárselo a su madre.
La Guardia Civil, que resolvió este caso de secuestro parental en menos de 24 horas, supo desde el primer momento quiénes eran los autores, la matrícula e incluso el coche con el que se fugaron, Volkswagen Tuareg de color verde. Las cámaras de seguridad de la Dirección General de Tráfico y los posicionamientos de telefonía facilitaron la investigación, al igual que el vídeo que grabó una de las acompañantes de la madre y en el que se puede observar toda la escena protagonizada por el progenitor y ahora imputado por un delito de secuestro, otro de lesiones y pertenencia a grupo criminal junto a los otros dos detenidos.
Al parecer, según pudo saber este diario, la pareja se había separado el pasado mes de junio y, desde ese tiempo, él siempre le reprochaba que él quería verle y que ella no le dejaba.
En España, este tipo de delitos se encuadran en el artículo 225 bis del Código Penal y se castiga con pena de dos a cuatro años de prisión al progenitor que cometiera secuestro parental.