Caso Abierto - El Periódico de Aragón

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SUCESOS EN ARAGÓN

El padre que secuestró a su bebé en el Monasterio de Piedra ya lo intentó en Ibiza

Tanto él como el abuelo del menor pasaron su primera noche en prisión. La madre denunció amenazas, coacciones y malos tratos

Protesta contra la violencia machista ARCHIVO

No era la primera vez que lo hacía. El joven que ayer fue enviado a prisión por secuestrar a su hijo en el Monasterio de Piedra el pasado jueves ya lo intentó en agosto en Ibiza. En aquella ocasión no lo consiguió, al parecer, gracias a unos viandantes que vieron todo e intervinieron.

Un episodio ocurrido el pasado 19 de agosto y que fue denunciado por la madre del bebé de 13 meses ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de la isla balear. En dicha querella, esta mujer aseguró haber sufrido malos tratos, amenazas y coacciones por parte de D. P. G., de 28 años y de origen español, según pudo saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN.

Destacan cuatro episodios muy concretos que ocurrieron después de que la mujer interpusiera una demanda civil de separación en julio. Es decir, al mes de romper la relación. Uno de ellos trata sobre los mensajes de WhatsApp que habrían recibido amigos y familiares de la expareja en los que arremetía contra la mujer e incluso destacaba que era ella la que había raptado a su hijo. Que no le dejaba verlo.

Otro de los hechos que el abogado de la mujer, Joan Cerdà, relató gira en torno a la instalación de un geolocalizador en el móvil de la madre. Lo habría conseguido hacer, presuntamente, gracias a un mensaje de phishing estilo a las estafas que se realizan con entidades bancarias. De esta manera pudo infectar su teléfono.

Pero la violencia sufrida por esta mujer no quedó ahí, según la denuncia. El 17 de agosto sufrió una persecución en moto y ya el 19 de agosto el intento de secuestro parental en la vía pública en la la localidad ibicenca de San Antonio Abad.

Todo ello llevó al Juzgado de Instrucción número 1 de Ibiza a abrir diligencias por violencia machista, si bien el juez no decretó ningún tipo de orden de alejamiento ni de protección porque se localizó a D. P. G. en Loeches, un municipio de Madrid. Allí tenía en la actualidad su vivienda.

Todo ello conllevará, probablemente, que el Juzgado de Calatayud competente del caso por ocurrir el secuestro parental en Nuévalos se inhiba en favor del de Ibiza al haber una causa abierta.

Mientras, el padre del niño y su abuelo, G. P. G. y de 67 años, pasaron su primera noche en la cárcel de Zuera. El tercero de los detenidos, M. A. C. G. y de 34 años, fue puesto en libertad como cooperador necesario, ya que fue en ese casa de Parla, al sur de Madrid, donde se refugiaron hasta que la Guardia Civil les localizó.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 18.44 horas en el aparcamiento del conocido parque natural, tras una llamada de alerta al 112 SOS Aragón por parte de la prima de la madre, una joven de 28 años y natural de Ibiza, que realizaba turismo junto a su familia en el monasterio. De hecho, tal y como adelantó este diario, fue una publicación en las redes sociales de la madre del bebé lo que le puso sobre la pista al secuestrador.

Este se presentó junto a su padre y le arrebataron el bebé a la madre, tras forcejear. De hecho, el niño sufrió unos rasguños en uno de sus minúsculos brazos ante la fuerza ejercida por los sospechosos para quitárselo a su madre.

La Guardia Civil, que resolvió este caso de secuestro parental en menos de 24 horas, supo desde el primer momento quiénes eran los autores, la matrícula e incluso el coche con el que se fugaron, Volkswagen Tuareg de color verde. Las cámaras de seguridad de la Dirección General de Tráfico y los posicionamientos de telefonía facilitaron la investigación, al igual que el vídeo que grabó una de las acompañantes de la madre y en el que se puede observar toda la escena protagonizada por el progenitor y ahora imputado por un delito de secuestro, otro de lesiones y pertenencia a grupo criminal junto a los otros dos detenidos.

En España, este tipo de delitos se encuadran en el artículo 225 bis del Código Penal y se castiga con pena de dos a cuatro años de prisión al progenitor que cometiera secuestro parental.

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