Caso Abierto - El Periódico de Aragón

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VIOLENCIA SEXUAL

Detienen en el juzgado de Tarazona a un pedófilo fugado

Acababa de ser condenado a 21 años, pero estaba desaparecido

Nelson Arnaldo Agüero Valdez, antes de la vista oral celebrada el pasado mes de octubre en la Audiencia Provincial de Zaragoza. JAIME GALINDO

Nelson Arnaldo Agüero Valdez afrontaba nada menos que 35 años de prisión no solo por abusar sexualmente de una menor de Tarazona, sino por corromperla para que se hiciera material pornográfico que luego difundió. Pese a la elevada solicitud, el encausado permanecía en libertad provisional con el evidente riesgo de fuga aparejado. Tras el juicio se perdió su pista y esta semana, cuando fueron a notificarle la condena de 21 años, ya no se pudo. Inmediatamente se activó una orden de busca y captura que ayer fue anulada tras su detención.

Aunque no daba señales sobre dónde podría estar, Nelson Arnaldo Agüero Valdez se presentó en los juzgados de Tarazona, donde tenía una cita judicial civil. Allí se identificó, siendo rápidamente detenido. Esta vez no hubo opción para que volviera a desaparecer y la Fiscalía pidió el inmediato ingreso en prisión de pedófilo.

La sentencia de este joven es la primera en Aragón que ha aplicado la ley del solo sí es sí, y ha sido de 21 años, tal y como impuso la ponente y magistrada de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza. Con la anterior ley hubieran podido ser 22. La condena también incluye una orden de alejamiento a 100 metros durante ocho años, una libertad vigilada por tiempo de cinco años una vez cumpla la pena de prisión.

El tribunal consideró que la declaración de la víctima, asistida por el abogado Francisco Sanz, ha sido «coherente, estable, específica y no ausente de detalles». Todo se remonta al 29 de agosto de 2019 cuando Nelson invitó a la víctima a su domicilio. Él se sentó a su lado, le metió la mano por debajo de la manta que le cubría y tocó sus genitales. También la obligó a realizarle sexo oral y a que ella se hiciera fotos de sus genitales. Él le mandaba los suyos.

La niña recordó en el juicio la primera visita al domicilio de Nelson, coincidiendo con una fiesta de cumpleaños a la que le habían invitado. Ya en ese primer encuentro, él le escribió en su tablet que era «muy guapa» y que «le diera abrazos». A partir de este primer contacto –relató la madre de la niña­–, él insistió a la familia para que volvieran a llevar a la niña a su vivienda, tanto que terminaron accediendo ese 29 de agosto de 2019.

No obstante, no fue hasta el 15 de septiembre cuando la menor acabó contándoselo a su madre. Y fue de pura casualidad, cuando ambas buscaban en el móvil de la menor una foto con la que felicitar a una amiga de la familia. «Tenía mucho miedo, era muy pequeña y no sabía qué hacer. Me pedía fotos de mis partes», afirmó la niña, quien accedió a ello en una ocasión. Cuando ella le terminó contando todo, la madre lo puso en conocimiento de la que ahora es expareja del acusado, quien le animó a denunciar, pues reunía la suficiente credibilidad como para presentarse en el puesto de la Guardia Civil de Tarazona.

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