SUCESOS EN ARAGÓN

Un cabezazo en un bar de Cariñena acaba en una multa de 360 euros

La víctima recriminó al acusado un empujón al entrar al pub y este respondió con violencia | También abonará 150€ por las lesiones y 405 por los daños en las gafas y el móvil

Los hechos se han juzgado en la Audiencia Provincial de Zaragoza.

Los hechos se han juzgado en la Audiencia Provincial de Zaragoza. / ÁNGEL DE CASTRO

Una multa de 360 euros a razón de seis euros diarios durante dos meses y una indemnización de 150 euros por las lesiones y otros 405 por los daños en las gafas y el móvil. Esta es el fallo de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza que ha recaído sobre un vecino de Cariñena, Bodgan Sorin, tras propinar un cabezazo a otro joven en un bar de esta localidad en noviembre de 2021.

Los hechos se remontan a la madrugada del día 7, cuando Bodgan, defendido por la letrada Raquel Ginés, entró en este pub a eso de las 02.30horas y, como había mucha gente en la entrada, tuvo que abrirse paso. Para ello empujó a la víctima, que afeó a Bodgan el empujón recibido. No le sentó bien el reproche a este último pues le respondió con un cabezazo en la frente que le causó una contusión.

A continuación, se organizó un tumulto en el que a la víctima se le cayó el móvil al suelo. No obstante, este rifirrafe no quedó ahí ya que Bodgan se dirigió a la barra del establecimiento, adonde se acercó una amiga de la víctima. Esta le reprochó su conducta violenta y le pidió explicaciones sobre ese cabezazo. Bodgan no trató de justificarse, sino que acabo dándole un beso y, como consecuencia de esto, recibió una bofetada en la cara.

La Fiscalía había llegado a calificar esta acción como constitutiva de un delito de abuso sexual por el que solicitaba una multa de 4.800 euros a razón de ocho euros diarios durante 20 meses. Sin embargo, el tribunal provincial ha considerado que no existió ánimo libidinoso en este beso ya que las cámaras de grabación del local revelan que fue en todo momento la chica quien se dirigió a Bodgan y se aproximó a su rostro increpándole. Incluso después de abofetarle, volvió hacia él para increparle y hacerle una foto con el móvil. Esta petición de pena por parte del ministerio fiscal también incluía una orden de alejamiento de 150 metros durante dos años.