DELINCUENCIA EN EL MEDIO RURAL

La oleada de robos en Valdejalón se traslada a la zona de Cariñena

Dos agricultores han sufrido el robo de sus vehículos y uno de ellos ha aparecido calcinado | Estos vándalos se aprovechan de la falta de guardias civiles en los pueblos de Aragón

La Opel Zafira de Rubén apareció calcinada en la finca La Rinconada de Alfamén después de que estos delincuentes la utilizaran para robar en otras localidades.

La Opel Zafira de Rubén apareció calcinada en la finca La Rinconada de Alfamén después de que estos delincuentes la utilizaran para robar en otras localidades. / SERVICIO ESPECIAL

Valdejalón y el Campo de Cariñena son dos comarcas colindantes que en las últimas semanas se han convertido en el patio de recreo para un grupo de vándalos que campa a sus anchas entre sus fincas agrícolas y ganaderas. Llevan sembrando el caos desde principios de año en estas explotaciones de La Almunia de Doña Godina, Ricla o Calatorao y ahora han hecho lo propio en Cariñena, Alfamén, Encinacorba y Aguarón. El modus operandi es el mismo: revientan las puertas de los almacenes, roban vehículos de su interior y les prenden fuego.

Así acabó la Opel Zafira que Rubén utiliza en la finca La Rinconada de Alfamén. "Serán los mismos", asegura el director comercial de esta central hortofrutícola, que también ha sufrido el robo de una moto. Estos daños, «tranquilamente», pueden llegar a los "10.000 euros" y, en su caso, ya ha formulado denuncia ante la Guardia Civil, la solución que propuso y mantiene la Delegación del Gobierno en Aragón para frenar esta oleada de vandalismo. Sin embargo, Rubén insiste en que los controles policiales "a las cinco de la tarde" carecen de sentido. "Es difícil que a esa hora entren a robar", concreta este vecino de Alfamén, que apuesta por "patrullas nocturnas" del Instituto Armado para dar con estos delincuentes.

Sin embargo, desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) insisten en que las plantillas son «deficitarias». Tanto es así que calculan que «faltarían unos 200 efectivos en la provincia de Zaragoza y unos 500 en Aragón para dar un servicio de calidad». Esta falta de efectivos radica en la creación de ciertas unidades como el Roca, el Viogén o el Equipo Pegaso ya que «se nutren del medio rural y no de nuevas contrataciones».

La última actuación de estos maleantes se remonta a la noche del pasado sábado 28 de enero. Esa Opel Zafira que robaron a Rubén la utilizaron para perpetrar otros golpes en localidades como Pozuelo y Plasencia de Jalón. Una vez terminaron, regresaron a Alfamén, donde quemaron el vehículo. Antes ya se habían encargado de tirar "los detectores" de las cámaras de video-vigilancia para evitar ser fotografiados e identificados.

No obstante, este periplo delictivo se había iniciado unas horas antes en Cariñena. Allí, en una "nave agrícola a un kilómetro del pueblo", Carlos fue la primera víctima con el robo de herramientas de taller, maquinaria e incluso un furgón. "Gracias a Dios no lo quemaron", suspira este agricultor, que añade que su furgón fue el mismo vehículo que los vándalos utilizaron para desplazarse, posteriormente, a la finca La Rinconada de Alfamén.

Carlos coincide con Rubén en que estos delincuentes «sabían todas las andadas» pues llegaron a dar la vuelta a todas las cámaras de seguridad que vigilan el perímetro de su explotación. Aún así, reconoce que su respuesta fue inmediata una vez saltaron las alarmas y evitó males mayores ya que «no les di mucho tiempo». De todos modos, este vecino de Cariñena insiste en que «hace falta más mano dura» con estos «artistas» pues no entiende su rápida puesta en libertad.

Este modus operandi es el mismo que sufren desde hace varias semanas los agricultores del Valdejalón. A José Luis Felipe, agricultor de Calatorao, le robaron la noche del 2 de enero una de sus furgonetas, se la llevaron a Ricla y allí la quemaron. También le robaron cuatro tijeras de podar, valoradas cada una de ellas en unos 800 euros.

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