SUCESOS EN ARAGÓN

El jurado castiga al parricida de La Almozara, que afronta la prisión permanente revisable

El tribunal considera que hubo alevosía y ensañamiento cuando apuñaló 56 veces a su padre / También señalaron que trató de matar a su madre cuando ésta les descubrió

Héctor López Ferrer, ayer, tras conocer el veredicto del jurado popular constituido en la Audiencia de Zaragoza.

Héctor López Ferrer, ayer, tras conocer el veredicto del jurado popular constituido en la Audiencia de Zaragoza. / ANDREEA VORNICU

Sin piedad. El jurado popular no tuvo duda alguna de que Héctor López Ferrer quiso asesinar y asesinó a su padre José Javier e intentó hacerlo también con su madre María Pilar, un 28 de junio de hace dos años en el zaragozano barrio de La Almozara. Los nueve hombres y mujeres del tribunal consideraron que no actuó influenciado por el elevado consumo de alcohol (le compraban a la semana siete tetrabriks de vino y una botella de whisky) ni por el trastorno de personalidad paranoide que tiene diagnosticado. 

De esta manera, consideraron que el acusado cometió un delito de asesinato puesto que hubo ensañamiento y alevosía en las 56 puñaladas que asestó a José Javier, de 71 años. También hubo alevosía, en opinión de los jurados, en el ataque a su progenitora, de 67 años, quien padece una depresión tras lo ocurrido. 

Un veredicto que dio la razón a los abogados de la madre y de la hermana, José María Lumbreras y Luis Márquez, quienes pedían como condena máxima la prisión permanente revisable; a la que se adhirió la fiscala Nieves Zaragoza que pedía inicialmente 39 años. Y es que consideraron que la edad y especialmente la situación física del fallecido le hacían una persona «especialmente desvalida y vulnerable», circunstancia de la que se aprovechó su hijo para matarlo mientras veían un partido de fútbol y su madre estaba durmiendo en la habitación. 

Consideraron los miembros del tribunal popular presidido por el magistrado presidente Alfonso Tello que premeditó el crimen. La manera de hacerlo fue llamarles cuando estaban en su apartamento de Alcoceber para decirles que se encontraba «muy mal» y pedirles que regresaran al domicilio familiar del barrio de La Almozara. No dudaron en hacerlo aquella noche, convirtiéndose el domicilio familiar en un horror.

Se basan en las psicólogas forenses que el día del juicio aseguraron que este «Héctor López Ferrer sabe lo que ha pasado, puesto que no tiene una patología delirante». Estas médicas legales también hicieron una valoración del consumo de alcohol y si este pudo influirle en la comisión del asesinato. Sorpresivamente aseguraron todo lo contrario. 

La defensa, a cargo de Alba Vicente, solicitaba en principio la absolución e internamiento en un centro psiquiátrico, si bien este veredicto hizo que tuviera que hacer un cambio en su petición y solicitar 15 años por el asesinato y dos más por las lesiones de la madre. Será ahora el magistrado presidente el que dictamine cuál es la pena que le impondrá al conocido como parricida de La Almozara.