Solo sí es sí: Nueva excarcelación en Aragón de un violador, este condenado a ocho años

Nueva excarcelación de un delincuente sexual en Aragón por la aplicación de la conocida como ley del solo sí es sí. Fenghe Hao consiguió ayer adelantar su salida de prisión prevista para este verano tras conseguir una reducción de condena de dos años del total que le impuso la Audiencia de Zaragoza.

Fue juzgado en 2017 por unos hechos que él reconoció, aceptando del mismo modo el castigo de 8 años de prisión. Sin embargo, con la entrada de la norma, decidió recurrir y ahora el tribunal provincial le ha dado la razón. Le mantienen los dos años de cárcel por una agresión sexual sin penetración y le rebajan de seis a cuatro años por la que sí consumó. Los magistrados justifican dicha reducción al cambio legislativo en el que el castigo mínimo baja de los seis años iniciales a los cuatro.

Este ciudadano chino, entre el 21 y el 25 de julio de 2015, agredió sexualmente en dos ocasiones a su compañera de piso, de su misma nacionalidad. Esta no sabía a quién contárselo, ya que en su cultura se trata de algo muy vergonzante, pero acabó confiándoselo a un párroco católico chino que dio aviso a la Policía Nacional. Hao fue detenido y, desde ese momento, permaneció en prisión provisional.

La acusación particular, ejercida por la víctima, pedía inicialmente 18 años de cárcel por dos violaciones, a lo que sumaba otra acusación por amenazas, ya que la mujer contó que el condenado le decía que mataría a su hijo, de 20 años.

Seis beneficiados

Desde la entrada en vigor de esta polémica normativa en la comunidad se han visto beneficiados por la misma seis condenados, cuatro por reducirles el castigo y dos por quedar de forma inmediata en libertad.

La última tuvo lugar la semana pasada, también en Zaragoza. Jalal Aarabou salió del centro penitenciario de Zuera tras cumplir una condena de 12 años. La víctima de estos hechos, que rechazó la excarcelación aprobada, fue una mujer de 60 años. Era una lluviosa noche de noviembre del año 2000 cuando el condenado, que conducía un coche blanco viejo, la abordó cuando caminaba por la calle de Salvador Minguijón, en el zaragozano barrio de Las Fuentes, diciéndole «corazón, que te has mojado» e invitándole a subir al vehículo, mientras le mostraba una placa y un carnet de policía.

Ella confió en él porque creía que era compañero de su marido, que es agente policial pero, según su relato, en vez de llevarla a su domicilio la trasladó hasta una de las orillas del río Ebro, a la altura del puente de Santiago, donde la violó. «Me amenazó con la hoja de unas tijeras», aseguró.