MONTAÑA EN ARAGÓN

El fuerte viento obliga a la Guardia Civil a rescatar a dos senderistas en el Moncayo

Tras asegurar a los rescatados con arneses y cuerdas de socorro se consiguió el descenso con ambas personas ilesas

La Guardia Civil subiendo el Moncayo para rescatar a dos de los senderistas

La Guardia Civil subiendo el Moncayo para rescatar a dos de los senderistas / GUARDIA CIVIL

El Periódico de Aragón

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Dos senderistas experimentados tuvieron que ser rescatados por la Guardia Civil de Zaragoza cerca de la cima del Moncayo después de verse sorprendidos por un cambio brusco de meteorología con fuertes rachas de viento.

La Central de Emergencias del 112 recibió ayer sobre las 16.00 horas un aviso alertando de la presencia de dos personas en el Parque Natural del Moncayo que solicitaban ayuda porque no podían descender con seguridad. Los especialistas del GREIM de Tarazona contactaron vía telefónica con los senderistas para obtener más información acerca de su estadio físico, ubicación exacta y darles algunas recomendaciones antes de proceder al rescate.

Las condiciones meteorológicas habían empeorado en cuestión de minutos, llegando a niveles de alerta amarilla, con 11 grados de temperatura, pero las rachas de viento, que superaban los 60 kilómetros por hora, dejaron una sensación térmica de 2 grados.

La Guardia Civil no pudo activar el helicóptero para proceder al rescate vía aérea por lo que los los agentes decidieron iniciar el ascenso a pie. Los senderistas fueron localizados una hora y media después del aviso en las proximidades de la cima del Moncayo, entre el Cerro de San Juan y el Alto del Corralejo, a unos 2270 metros de altitud.

Las dos personas se encontraban perfectamente equipadas con ropa acorde a la actividad, en buen estado de salud, aunque un poco exhaustas y con hipotermia leve debido a las condiciones meteorológicas. Los agentes les facilitaron algo de comer y de beber junto a más ropa de abrigo antes de emprender el descenso. Para ello, los especialistas de montaña colocaron un arnés a cada uno encordando una cuerda de socorro que se aseguraría a los agentes.

Tras darles instrucciones sobre cómo afrontar los obstáculos para evitar lesiones o caídas, se inició el descenso que finalizó a las 20 horas con el auxilio de las dos personas en perfecto estado. Ambos fueron acompañados hasta su vehículo particular donde se les indicó el recorrido de regreso a su domicilio.