SUCESOS EN ARAGÓN

Una joven finge ser víctima de un engaño de una ONG y la Policía le acaba deteniendo en Zaragoza por estafar 30.000 euros

La acusada hacía las veces de 'mula' y blanqueaba el dinero estafado

La estafa de los 30.000 euros se llevó a cabo a través de la técnica del smishing.

La estafa de los 30.000 euros se llevó a cabo a través de la técnica del smishing. / POLICÍA NACIONAL

Algo sospecharon los agentes del Grupo de Policía Judicial de la comisaría de Arrabal en Zaragoza cuando el pasado mes de octubre una joven de 21 años se personó en dichas dependencias policiales denunciando ser víctima de un engaño por parte de una ONG. Varios meses después la tornas han cambiado y la Policía Nacional le detuvo a finales de abril por estafar más de 30.000 euros por medio de la técnica del smishing. Ahora, a N.P. S. de nacionalidad española, se le imputa un primer delito de estafa, un segundo de blanqueo de capitales y un tercero de pertenencia a grupo criminal y tras pasar a disposición judicial ante el Juzgado de Instrucción número 4 de Zaragoza, en funciones de guardia, el magistrado titular decretó su puesta en libertad.

La acusada manifestó a los agentes que los miembros de una ONG le habían robado el DNI y, de este modo, habían obtenido algunos de sus datos bancarios personales. Las primeras pesquisas llevaron a los agentes a percatarse de que ella misma había abierto de forma fraudulenta diferentes cuentas bancarias a su nombre, por lo que comenzaron a sospechar de la veracidad de la denuncia que había formulado. Tras ello, comprobaron que había simulado ser víctima de una estafa para ingresar así dinero procedente de diferentes estafas. Es decir, representaba lo que en el argot delictivo se denomina "mula" y posteriormente repartía ese dinero con el resto de integrantes de mayor escala del grupo criminal al que pertenecía.

En paralelo, los policías se dieron cuenta de que la pareja de la ahora de la detenida también habría denunciado la sustracción de su DNI el mismo día que ella lo hizo, si bien fue en otra comisaría de la capital aragonesa. De este modo, constataron las intenciones de ambos y su pertenencia a un grupo criminal dedicado a estafar mediante el smishing y blanquear posteriormente el dinero obtenido.

Con todo ello, investigadores pudieron esclarecer un total de catorce denuncias en diferentes puntos del territorio nacional, que sumaron más de 30.000 euros estafados. También identificaron a otras cuatro personas más pertenecientes a este entramado criminal, con los que se daría por desarticulado.

La técnica del 'smishing'

El modus operandi empleado por los investigados es el denominado smishing, consistente en el envío de un SMS por parte de un ciberdelincuente a una víctima, simulando ser su entidad bancaria, con el objetivo de adquirir las claves de su banca electrónica y poder operar en su nombre.

En algunos de los casos se apoya de llamadas telefónicas a la víctima, en las que el estafador se hace pasar por empleado del banco en cuestión y adquiere mediante engaño las claves necesarias para realizar transferencias de dinero. Estas llamadas se realizan mediante aplicaciones denominadas call spoofing que se utilizan para que a la víctima le aparezca en su terminal el número real de teléfono del banco, el cual es fácil de conocer por parte de los autores ya que aparece con una simple búsqueda en internet.

Para dar salida a este dinero defraudado, estos delincuentes se coordinan con las denominadas "mulas”, que abren a su nombre distintas cuentas bancarias para recibir este dinero y derivarlo después a otras cuentas, realizar extracciones en cajeros o convertiros en otro tipo de activos que dificulten su rastreo, como por ejemplo la compra de criptomonedas en países como Lituania o Malta.