Cae una banda proxeneta en el club de alterne Papiro de Zaragoza

El club de alterne El Papiro, situado en la zona del Madrazo y uno de los pocos históricos que mantenían su actividad en Zaragoza, ha sido el escenario de una redada policial que se ha saldado con la detención de cinco personas, entre ellas el dueño por, según la Jefatura Superior de Policía de Aragón, emplear dicho local de alterne para "perfecccionar" otros delitos como el tráfico de drogas, obligando a las víctimas a vender cocaína a los clientes que visitaban el establecimiento que mantiene su actividad.

La operación, que se dio a conocer este viernes tras levantarse el secreto de sumario por parte del Juzgado de Instrucción número 8 de Zaragoza que ha dirigido la investigación,  se produjo el pasado 25 de abril, momento en el que se arrestó a cuatro personas como presuntos autores de los delitos de pertenencia a organización criminal, prostitución coactiva y delito contra la salud pública, y a un quinto miembro imputado por los delitos de pertenencia a organización criminal y delito contra la salud pública. Inicio de la investigación

La investigación se inició en noviembre del año 2022 cuando agentes de la la Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) de la Jefatura Superior de Policía de Aragón, tuvieron conocimiento a través de trata@policia.es por parte de un hombre, al parecer cliente, que deseaba permanecer en el anonimato y que tenía sospechas de la posible explotación sexual en un club de alterne de Zaragoza. 

Durante la fase de investigación se logró liberar a cuatro mujeres que se encontraban siendo sometidas a tratos inhumanos por parte de la organización mientras se lucraban de su explotación sexual, y durante la fase de explotación se localizaron otras ocho mujeres en las mismas condiciones, las cuales se encontraban alojadas y encerradas en el club, controladas y sometidas en todo momento por la organización a unas condiciones similares a la esclavitud. 

Modus Operandi

La organización, afincada en Zaragoza era dirigida por una varón, que a través del tiempo había construido una perfecta organización criminal dedicada a la explotación sexual de mujeres jóvenes provenientes en su mayoría de países de Latinoamérica. Para ello, facilitaban a través de una página web un número de teléfono donde contactar con ellos y ofrecían a mujeres la posibilidad de ganar dinero a través del tráfico sexual y alojamiento, casi todas ellas provenientes de distintas provincias de la geografía española y algunas de ellas directamente de sus países de origen, otorgándole a la organización un carácter nacional o incluso internacional.

Una vez las mujeres contactaban, procedían a imponerles unas condiciones totalmente abusivas, similares a la esclavitud, y les obligaban a mantener relaciones sexuales con cualquier persona que acudiese al club de alterne, así como a facilitar la compra de drogas en el mismo local a los clientes.

Durante su estancia en el club, permanecían en régimen cerrado, teniendo que ser autorizadas en caso de querer abandonar el mismo en algún momento, ejerciendo la organización un estricto control sobre las víctimas, las cuales no denunciaban los hechos por miedo a las represalias de la organización. Del ejercicio de la prostitución en el local, la organización se repartía una comisión, y de la venta de droga, en concreto cocaína, la totalidad de las ganancias eran para el líder de la organización, quien a posteriori realizaba distintos pagos al resto de la organización en concepto de actividades laborales legales como portero, recepcionista o encargado del local. 

Tras arduas labores de indagación, la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Zaragoza, el 25 de abril del presente año materializaron la fase de explotación de la operación Paisa, en este histórico club de alterne de la ciudad de Zaragoza en la que colaboraron distintas unidades de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana como UPR o Guías Caninos, y de la Brigada Provincial de Policía Judicial concretamente el Grupo de delitos tecnológicos, y se procedió a la desarticulación de la organización criminal dedicada a la explotación sexual de mujeres extranjeras que operaba desde hacía tiempo en esta ciudad.

Fruto de la operación se procedió a la detención de un hombre de J. A. O. D., español de 46 años, para el que el juzgado de guardia dictó su ingreso en prisión por su participación como máximo jefe de la organización criminal y la de cuatro personas más, todas ellas de origen rumano, con diferentes funciones dentro del entramado. Como resultado de los registros se incautaron numerosos medios informáticos, utensilios y cocaína para su venta, así como seis mil quinientos veinte euros en billetes, provenientes de la prostitución, quedando a disposición de la autoridad judicial. 

El Grupo de la UCRIF encargado de la investigación no la da por concluida, continuando con las pesquisas, en coordinación con la Autoridad Judicial competente, en aras de localizar otras posibles víctimas y no descartando efectuar más detenciones.