El joven que intentó matar a su madre en Torrero afronta 9 años de cárcel

Noupian estuvo a punto de morir a finales de octubre de 2022 tras recibir un navajazo por parte de su hijo tras una discusión en la vivienda que ambos compartían en el zaragozano barrio de Torrero; llegó a perder dos litros de sangre como consecuencia de una herida cerca del glúteo y estuvo a punto de entrar en parada cardiorrespiratoria. Ahora, la Fiscalía de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Zaragoza solicita nueve años de cárcel para A. V. G. B. como autor de un delito de homicidio en grado de tentativa con agravante de parentesco. La petición del ministerio fiscal también incluye una orden de alejamiento de 200 metros durante los próximos diez años y una prohibición de comunicación en los mismos términos.

Noupian, defendida por la letrada Carmen Sánchez Herrero, sufrió una herida incisa de unos cinco centímetros cerca del glúteo y, como consecuencia, un hematoma en la pierna izquierda. Tardó 80 días en curar estas lesiones y ahora el ministerio público, ha tenido en cuenta que un informe forense constata que «existió riesgo para la vida» para calificar estos hechos de tentativa de homicidio.

La madre pudo salvar la vida tras la rápida intervención de Rodolfo Serrablo, enfermero de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que justo paseaba por las inmediaciones del domicilio cuando la víctima bajó a pedir auxilio a la calle. «El sangrado era muy profuso y abundante; había que taponar, cada segundo es vital y saqué un kit que llevo siempre encima. Era muy feo y no me lo pensé ni un segundo», señaló Serrablo en declaraciones a este diario.

Los hechos denunciados se remontan al 23 de octubre de 2022. Según relata la Fiscalía, la discusión se desencadenó cuando la madre le recordó a su hijo que tenía que reparar un vehículo, reprochándole asimismo que no trabajaba y tenía mucho tiempo libre para hacerlo. No sentaron bien estas palabras en el agresor que le insultó llamándole «hija de puta» y diciéndole que le estaba «amargando la vida». Rompió el mando de la televisión y otros objetos del salón.

La abuela y madre del acusado se refugiaron asustadas en el dormitorio. Mientras, el hijo marchó a coger una navaja y, «con ánimo de acabar con la vida de su madre», la intentó degollar. No lo consiguió porque se interpuso entre ambos la abuela. Terminó asestándole un certero navajazo cerca del glúteo.