El conductor de un autobús urbano de Zaragoza que atropelló el pasado 10 de noviembre de 2022 a Mario Azúa, menor de catorce años que falleció en el acto tras el accidente, será juzgado por una imprudencia leve, lo que le evitaría la cárcel, según el auto de la jueza del Juzgado de Instrucción número 10 de Zaragoza emitido el pasado 4 de julio. La defensa de la familia del menor interpuso un recurso de reforma ante el auto, que desestimó la jueza, y ahora eleva el caso a a la Audiencia Provincial, donde insisten en reclamar que el suceso sea juzgado como un homicidio por imprudencia grave del conductor del autobús urbano.

El padre de Mario, Javier Azúa, expresó a través de su perfil en la red social X (antes Twitter) que ha vivido "el segundo día más triste" de su vida al conocer el auto de la jueza de instrucción del Juzgado número 10 de Zaragoza. "En apenas dos párrafos se despacha y declina toda la responsabilidad de la muerte de mi hijo sobre él mismo, y casi haciéndonos un favor lo etiqueta de homicidio leve, es decir, la vida de mi hijo para esta señora vale tres párrafos y una puta indemnización; según esto, el conductor no solo no entra en la cárcel, ni siquiera se le retira el carnet de conducir", lamentó.

En el auto, fechado el pasado 4 de julio, la magistrada refleja que el semáforo intermitente permitía al conductor del autobús urbano acceder a la calle Argualas desde el giro de Vía Ibérica, aunque reconoce que debía respetar la preferencia de peatones, bicis y patines.

Para la jueza, el conductor del autobús no se apercibió de la presencia del patinete que conducía Mario. Y además destaca en el breve auto que el conductor atropellado iba vestido con una prenda oscura, cubierto con una capucha y sin elementos reflectantes en un momento en que, pasadas las seis de la tarde del mes de noviembre, acababa de anochecer.

A este respecto, la familia de Mario recuerda que el patinete en el que circulaba su hijo llevaba las luces encendidas e insisten en que circulaba "correctamente por el carril bici" y en que cruzó por un paso habilitado, en concreto, "un paso de peatones-bici con el semáforo en verde".

La jueza, sin embargo, no observa el incumplimiento de las normas de tráfico por parte del conductor y defiende que lo que falló fue su percepción, al no darse cuenta de la presencia del menor en patinete. Llega a esta conclusión al constatar que el conductor del bus no frenó. Además, plantea la posibilidad de que el niño quedara en el ángulo muerto de su visión. Reconoce, con todo, que el conductor profesional pudo actuar con poca atención, algo que reprocha precisamente por la exigencia de mayor responsabilidad al tratarse la conducción de su profesión.

Discrepancias

En el recurso presentado por la familia de Mario, discrepan con el principal argumento de la jueza de que no hubo incumplimiento de las normas de tráfico. Recuerdan el atestado de la Policía Local, donde se refleja que Mario cruzaba el paso de peatones correctamente, con el semáforo en verde. Además, señalan también que el menor gozaba de prioridad de paso al circular por el carril bici y porque los conductores de bicicletas tienen prioridad en un cruce en el que el vehículo a motor deba girar a la derecha.

También ponen de manifiesto que el conductor del autobús no frenara en el cruce, a pesar de haber un paso de peatones y un semáforo intermitente que debería marcar una mayor prudencia. De haber adoptado una mayor precaución, dicen los familiares, el accidente que acabó con la vida de Mario podría haberse evitado.

El hecho de que el chófer, además, conociera la zona y este cruce en particular, al tratarse de unas de sus rutas de trabajo, empeora para los recurrentes la gravedad de la infracción. Por todo lo anterior, desde la familia reclaman que el suceso sea juzgado como un homicidio por imprudencia grave.

Los vídeos

A través de sus redes sociales, el padre de Mario denunció que la jueza no tuvo en consideración a la hora de emitir el auto "ni los vídeos donde se aprecia claramente que Mario venía por su carril".

Además, lamenta que no se haya tenido en cuenta la declaración de los testigos "que lo vieron parado en el paso de cebra semaforizado y solo acepta la declaración del conductor de que no lo vio". "No lo vio porque no miró, como se ve en el vídeo, ni siquiera frenar para tomar la curva, y le golpeó dos veces hasta matarlo", denuncia el padre de la víctima.

El homicidio por imprudencia grave que reclama la familia del menor está penado con entre uno y cuatro años de cárcel, mientras que la consideración de la jueza, ahora recurrida, supondría que el conductor de bus eludiría su paso por prisión e incluso podría mantener el carnet de conducir.