Osama Kassc y Ana María González desvalijaron cinco vehículos estacionados en la calle Pedro Saputo de Zaragoza durante la noche del 14 de octubre de 2021 y así lo reconocieron anteayer ante el Juzgado de lo Penal número 4 tras aceptar el acuerdo de un año de prisión alcanzado entre la Fiscalía y la defensa ejercida por Carmen Sánchez Herrero y Luis Ángel Marcén. A petición del propio ministerio fiscal, el primero de los condenados afrontaba, por un lado, tres años de cárcel por un delito de robo con fuerza en las cosas y, por otro, su expulsión de España de acuerdo al artículo 89 del Código Penal porque, en el momento de los hechos, este marroquí de 21 años se encontraba en situación irregular. De acuerdo a la Ley de Extranjería debería haberse dictado su expulsión del territorio nacional, si bien la citada conformidad que negoció el ministerio fiscal permite ahora a Osama continuar residiendo en Zaragoza.

Del primero de los turismos se llevaron unas gafas, un anillo y un cargador de teléfono valorados en 189 euros tras forzar la puerta trasera. Este fue el modus operandi que repitieron con el resto de vehículos haciendo suyos un completo catálogo de útiles muy diversos que abarcaba patinetes, destornilladores, martillos, bombillas o espuelas de montar a caballo. Fueron sorprendidos por una dotación de la Policía Local cuando habían fracturado la ventanilla delantera del quinto y último coche.

Mientras que la mujer mostró una actitud colaborativa con los agentes y les reconoció que habían robado los citados efectos para luego venderlos como chatarra en el mercado negro, Osama se negó a entregarse y tuvo que ser sacado de la furgoneta por los efectivos policiales. No contento con ello, decidió volver a erigirse como protagonista propinando varios cabezazos a la mampara de seguridad del coche de la Policía Local y otros tantos contra las puertas del calabozo de la comisaría Actur-Rey Fernando.

Aunque los agentes del Cuerpo Nacional de Policía no encontraron ningún antecedente en el historial delictivo de Osama, luego comprobaron que utilizaba una segunda identidad y, con dicha filiación, observaron que había sido detenido en 2019 por su entrada ilegal en territorio nacional a través de la frontera de Ceuta.

Hace apenas un par de semanas, otro acuerdo con la Fiscalía evitó la expulsión de tres argelinos en situación irregular que habían asaltado a un matrimonio en el parque de la Sedetania de la capital aragonesa. En aquella ocasión, Fayssal Bachar, Said Makrani y Said Abdgani reconocieron los hechos y aceptaron una pena de un año de cárcel, si bien esta pena privativa de libertad quedó suspendido a cambio del pago de la responsabilidad civil (1.060 euros) a las compañías asegurados en materia de reparación de daños.