SUCESOS EN ARAGÓN
El Tribunal Supremo ratifica la prisión permanente revisable contra los parricidas del Picarral
Los progenitores torturaron hasta la muerte a su hija de dos años, cuyo cuerpo presentó 101 heridas
Homicidios desenmascara la tortura de los parricidas del Picarral: "Parecía que la habían centrifugado"

Vanesa Muñoz Pujol y Cristian Lastanao Valenilla, en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de Zaragoza. / ANDREEA VORNICU
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado recientemente la pena de prisión permanente revisable que pesa sobre los parricidas del Picarral –Cristian Lastanao Valenilla y Vanesa Muñoz Pujol– tras torturar hasta la muerte a su hija Laia, de dos años de edad. El Alto Tribunal declara así firme el veredicto que hace prácticamente un año aprobaron por unanimidad los miembros del tribunal del jurado: los progenitores quisieron matar a la pequeña, no hicieron nada en sus últimas 48 horas de vida tras seccionarle ellos mismos el duodeno, se aprovecharon de su condición de superioridad para evitar que pudiera defenderse de las torturas diarias y se ensañaron con ella hasta el punto de que su cuerpo presentaba 101 heridas, una peritonitis agua y un gran edema cerebral.
Tanto los forenses como los investigadores del Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón desenmascararon las barbaridades de las que fue víctima la pequeña. Los progenitores se intercambiaban fotografías y vídeos a través de WhatsApp en los que se burlaban de los castigos que imponían a Laia al darle de comer guindilla y salsa picante y colgarla de la pared mientras la niña pendía de una altura de dos metros por encima del suelo. Tanto es así que el jefe de Homicidios llegó a reconocer que, en su unidad, era «una de las caras más terribles» que habían podido ver. Los análisis toxicológicos, por otro lado, revelaron un consumo de cocaína durante sus últimos seis meses de vida e incluso de marihuana, antidepresivos e hipnóticos.
Pero todo esta trágica historia podría haberse evitado si el titular del Juzgado de Primera Instancia número 6 de Girona no hubiera devuelto a Vanesa la custodia de la pequeña al contar el juez con «una valoración técnica muy negativa» por parte del Servicio de Infancia y Tutelas de Cataluña. Y es que, a lo largo del juicio, una trabajadora social del Instituto Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa) aludió a la existencia de «informes muy contundentes» que marcaban «la trayectoria» de una madre, según un informe, «maltratadora».
La sentencia que ahora ha declarado firme el Tribunal Supemo también recoge el pago de 280.000 euros de indemnización en favor de los familiares de la niña, representados por el abogado Manuel Hatero. Al citado fallo se suma otra condena de seis años de cárcel que aceptaron cada uno de ellos al reconocer los malos tratos a los que sometían a diario a la víctima y a su hermano. En el caso de Vanesa, además, aceptó otros tres años de prisión por un delito de sustracción de menores al incumplir el régimen de visitas.
- Los Zagales, el bar “del otro Tubo” de Zaragoza que vende 400 bocadillos al día
- Una paz humillante convertirá a Ucrania en un foco de tensión para Europa: 'Recuerden al Ejército alemán de los años 20
- La Policía busca a un exalumno del IES Ítaca por clavarle un destornillador a un estudiante en el recreo
- El precioso pueblo de Zaragoza con un curioso nombre y un gigantesco castillo
- El jurado declara culpables de asesinato a los dos jóvenes que maniataron y torturaron a un vecino de Figueruelas
- Los pitos a Lluís López y el optimismo de Miguel Ángel Ramírez
- Un total de 2.345 VPO pasarán a ser libres en Aragón durante 2025
- El bonito nombre de niña que enamora a los amantes de la montaña en Aragón