SUCESOS EN ARAGÓN

Una refriega entre dos vecinos de Biescas termina con un muerto por arma blanca

La Guardia Civil ha detenido al trabajador de un restaurante después de que protagonizara una violenta discusión con un hombre que vivía en el piso de arriba

Inmueble de Biescas en el que han ocurrido los hechos, este martes

Inmueble de Biescas en el que han ocurrido los hechos, este martes / Miguel Ángel Gracia

El Pirineo oscense volvió a colarse este martes en el lado más oscuro de la crónica negra aragonesa como consecuencia de la trágica noticia con la que despertó Biescas (Huesca) después de que un trabajador del restaurante La Cuchara de Ruba –D. G. (Rumanía, 1987)– fuera detenido por, supuestamente, matar con un arma blanca a un vecino –Jesús A. E. (España, 1975)– tras la disputa que protagonizaron a medianoche en el bloque de pisos en el que ambos residían. Según ha podido saber EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, la relación entre el presunto agresor y la víctima era muy conflictiva por los continuos enfrentamientos derivados de la difícil convivencia que generaba su respectiva residencia en la primera y en la segunda planta del número 14 de la calle Esperanza. «Han tenido muchos problemas por ruidos y otros jaleos. Era gente bastante conflictiva», coincidieron dos jóvenes vecinas de la villa pelaire.

El homicidio se perpetró en pleno corazón de Biescas, en un edificio prácticamente aledaño a la antigua y célebre Casa Ruba. Allí, en el restaurante La Cuchara de Ruba, trabajaba el detenido como empleado de la limpieza después de que el establecimiento abriera el pasado 10 de octubre sus puertas en los bajos de la antigua posada tras cambiar de propiedad a lo largo de los últimos meses. A escasos 20 metros de su puesto de trabajo se localizaba precisamente su domicilio, donde tuvieron lugar los hechos la noche del lunes al martes, en torno a las 00.30 horas. Al parecer, una fuerte y violenta discusión entre ambos terminó de la forma más trágica posible con la muerte de Jesús A. E. después de que este último bajara armado a la casa del presunto agresor.

Semidesnudo por la calle

De los siguientes movimientos del agresor fueron testigos varios pelaires al verle salir de casa prácticamente desnudo, en calzoncillos y con el torso semicubierto, e incluso algunos de estos mismos vecinos le grabó un vídeo mientras vagaba por la calle. En un primer momento, según han recordado los paisanos, el detenido se dirigió al puesto con el que cuenta la Guardia Civil en el citado municipio de la comarca Alto Gállego pero, al estar cerrado, se acercó a la panadería en la que años atrás trabajó la víctima. Tras golpear la puerta del establecimiento y encontrarse con la negativa de su propietario, se dirigió al servicio de urgencias del centro de salud, donde entró ensangrentado y buena fe de ello dio una joven que vio «gotas de sangre en el suelo» después de acompañar por la mañana a un familiar a una consulta médica.

La casa está situada en la calle Esperanza, número 14, a solo unos pasos del hotel Ruba

La casa está situada en la calle Esperanza, número 14, a solo unos pasos del hotel Ruba / Miguel Ángel Gracia

De todo ello se dio traslado al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Jaca, en funciones de guardia, cuyo titular autorizó el levantamiento del cadáver a las 03.00 horas. Las actuaciones se encuentran bajo secreto de sumario y está previsto que, a lo largo de la jornada de este miércoles, el detenido pase a disposición judicial en calidad de autor de un delito de homicidio. Este martes, ante la Guardia Civil, se acogió a su derecho a no declarar en presencia de su abogado del Turno de Oficio más allá de confesar la autoría del crimen.

Inspección ocular

La puerta y la acera del edificio amaneció este martes precintadas por la Guardia Civil una vez que el cadáver del finado fue trasladado al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Aragón (Imlcfa) mientras los agentes ya custodiaban al detenido en el hospital San Jorge de Huesca, donde ingresó con diferentes contusiones y golpes en el rostro y en las extremidades hasta que fue dado de alta a primera hora de la tarde. Sus compañeros, por su parte, estuvieron trabajando a lo largo de toda la madrugada en el escenario del crimen, donde tomaron muestras de huellas y recabaron otras pruebas hasta que dieron por concluida la inspección ocular en torno a las 09.00 horas. El inmueble en el que trabajaron, precisamente, se encuentra en una zona que quedó completamente derruida en el transcurso de la guerra civil tras contabilizar más de un centenar de edificios demolidos por los bombardeos.

La noticia pilló por sorpresa a los vecinos y a los contados turistas que este martes se dejaban ver por las calles de Biescas al recordar los primeros, los paisanos de la villa, que se trata de «el mes más muerto» al que hacen frente en el municipio pirenaico. Pronto comenzaron a murmurar entre los corrillos de las terrazas y las barras de los bares sobre un suceso del que desconocían detalles, pero sí aseguraban causas. «Estaban enfrentados desde hace tiempo», sentenció un jubilado.

Con el recuerdo de Boltaña y el joven Úrbez

El crimen que lamentó ayer Biescas (Huesca) recordó por proximidad al que el año pasado acabó con la vida de Fernando Úrbez Sarrablo, el joven de Boltaña que, el 3 de octubre de 2023, murió acuchillado en el corazón a manos de un vecino –Sergio D. E., de 38 años– que había llegado al citado municipio hacía pocos meses. En aquella ocasión, la víctima y el agresor protagonizaron una discusión en el bar La Plaza que Sergio D. E. finalizó con el navajazo que asestó en el corazón a la víctima tras abandonar previamente el establecimiento para buscar el arma homicida.

Úrbez era un joven de 28 años «muy querido» y arraigado en la localidad, hijo y hermano de dos miembros de La Ronda de Boltaña: Francisco y Francho. Su muerte conmocionó Boltaña al tratarse de un vecino «noble», «generoso» y «cariñoso» del que amigos y conocidos destacaron el «cariño» que sentía por su pueblo. 

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