SUCESOS EN ARAGÓN

Los 59 usuarios de la residencia irán a Morata de Jalón antes de volver a Villafranca

La apertura de la residencia Vitalia de Huesca obliga a desplazar a todos los internos a un nuevo complejo

Todavía no existe fecha de retorno definitivo

Momento del traslado de los internos a la residencia Vitalia de Huesca, el pasado 15 de noviembre. | MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Momento del traslado de los internos a la residencia Vitalia de Huesca, el pasado 15 de noviembre. | MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Dos semanas se cumplieron ayer del fatídico incendio que el pasado 15 de noviembre se saldó con la muerte de diez usuarios de la residencia psicogeriátrica de Villafranca de Ebro (Zaragoza) después del fuego que se desencadenó en la habitación de una de las víctimas. Los 59 supervivientes –57 resultaron ilesos y otros dos recibieron el alta hospitalaria a los días siguientes– fueron reubicados en la residencia Vitalia de Huesca, adonde se están desplazando a diario las trabajadoras del centro Jardines de Villafranca con la intención de alterar lo menos posible las costumbres y los hábitos de los citados usuarios. Pero, según ha podido saber ahora EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, las empleadas cambiarán su ruta laboral a lo largo de la próxima semana debido al traslado de los propios internos a la residencia de Morata de Jalón (Zaragoza) como paso previo a su definitivo regreso a Villafranca de Ebro, del que por el momento no existe fecha de retorno.

La intención de trasladar a los 59 usuarios a la residencia de Morata de Jalón responde a la inminente apertura e inauguración de la residencia Vitalia de Huesca, adonde llegaron precisamente la mañana del mismo día en el que se registró el incendio. Al parecer, estaba previsto que su traslado se hubiera llevado a cabo a lo largo de esta misma semana, pero el viaje se ha pospuesto a pesar de que ya se habían señalado fechas fijas como las del propio jueves o viernes.

En estos momentos, una treintena de trabajadoras de la residencia han organizado sus viajes a Huesca en taxi después de agrupar sus jornadas laborales en dos turnos de doce horas diarias, de tal modo que trabajan durante tres días de forma consecutiva y guardan fiesta los tres siguientes. Al mismo tiempo, otras compañeras han estado trabajando en la residencia de Villafranca de Ebro para poner a punto las instalaciones después de que la Guardia Civil haya concluido la recogida de pruebas para esclarecer lo sucedido.

Recogida de pruebas

Allí, los investigadores del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil y los especialistas en investigaciones de infraestructuras, una unidad de élite del Instituto Armado que tiene su base en Logroño, estuvieron trabajando hasta el 20 de noviembre. Las primeras pesquisas apuntan a que el fuego se originó por la combustión de la máscara de oxígeno de una usuaria que fumaba un cigarro en su habitación. Tanto es así que la mascarilla explotó en su rostro, de ahí que presentara quemaduras en la cara.

Se da la circunstancia de que el fuego se desató en el ala que acoge, por norma general, a los residentes más jóvenes al albergar el flanco derecho la residencia de los usuarios con problemas de salud mental. Pero esta distribución no excluye la avanzada edad de algunos de los muertos al constar nonagenarios (un varón de 91 años) entre las víctimas mortales, dos de ellas tuteladas por los Servicios Sociales del Gobierno de Aragón. Junto a él también fallecieron otros compañeros de 61 y 64 años de edad. 

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